Los árbitros y la tecnología

El "ojo de halcón", una recreación 

virtual muy utilizada en el tenis.

Las discusiones sobre las polémicas del último clásico aún se escucharán durante un tiempo, porque cuando los equipos grandes son perjudicados por los árbitros ponen el grito en el cielo, inventan teorías conspiratorias y el sistema arbitral no funciona por ningún lado. ¿Y entonces por qué no hacen nada por cambiarlo?.

Todos nos hemos preguntado muchas veces por qué no se utiliza la tecnología para acabar con los errores arbitrales en el fútbol, mientras otros deportes la han adoptado como parte del propio juego sin dañar su esencia: en el baloncesto se usan los relojes para contar las posesiones y los límites de tiempo desde hace años; en el tenis se utiliza el "ojo de halcón" para decidir si una bola entró o no; y lo mismo se puede decir del fútbol americano, dónde los árbitros detienen el juego para ver las repeticiones antes de tomar una decisión.

La roja de Pepe será muy discutida,

pero en nada cambiará el sistema arbitral.

La FIFA sin embargo, contraria a esta tendencia, siempre se ha mostrado reacia a los cambios. Las razones, a mi modo de ver, tienen mucho de político. Los grandes ingresos televisivos son generados principalmente por los grandes clubes, y queda claro que a éstos les interesa tener un "as en la manga", una herramienta para reafirmar sus resultados. Y la FIFA, claro está, sabe que mantener a los grandes contentos asegura dinero contante y sonante. Por otro lado, el estamento arbitral sabe que los jugosos ingresos que se reparten los colegiados por arbitrar partidos al máximo nivel está influido por la presión mediática que reciben los árbitros. ¿Quién va a pagar un buen salario a un árbitro si las máquinas hacen la parte más dura del trabajo?. No interesa.

En resumen, que el circo está montado para que la FIFA y los clubes más influyentes manejen los árbitros a su antojo y salgan beneficiados casi siempre con respecto a los más modestos. Esto les asegura dinero a los unos y mejores resultados - y por tanto más dinero - a los otros. Por eso los clubes grandes se enfadan tanto cuando sufren errores arbitrales, pero no abren la boca cuando los benefician, ni tampoco hacen casi nada por cambiar el sistema. Los árbitros, mientras tanto, encantados de llenar cada lunes la portada del periódico de turno tanto como su bolsillo. Así que todo lo discutido en estos días me parece muy hipócrita, ¿quién piensa en los modestos?.

Beckenbauer, el Káiser

Ver jugar a Franz Anton Beckenbauer (Múnich, 1945) era un auténtico deleite para la vista. Está considerado unánimemente como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, y también uno de los más elegantes. Fino, técnico, decisivo...y una palabra que lo engloba y que casi se inventó para etiquetar su juego: líbero.

H

"Se buscaron fórmulas que permitieran explotar su talento. Dotándole de más libertad, se inventó una nueva palabra para definir su rol en el campo: líbero".

ijo del director de una oficina de correos, fue fichado por el Bayern Múnich con tan sólo 14 años; cuando Beckenbauer llegó, el club bávaro era un equipo mediocre, a la sombra del otro equipo de la ciudad, el Múnich 1860. Debutó en el primer equipo del Bayern en 1964, con sólo 19 años, y sólo dos años más tarde se dio a conocer al planeta en el Campeonato del Mundo de 1966, en la que Alemania fue subcampeona. Beckenbauer maravilló a todos y anotó 4 goles.

Beckenbauer levantó la

Copa del Mundo en 1974.

Esto no tendría nada de especial si el alemán no hubiese jugado de central. Su capacidad técnica para mover el juego desde la defensa e incorporarse al ataque condicionó fuertemente el planteamiento de sus equipos, por lo que se buscaron fórmulas que permitieran explotar su talento. Dotándole de más libertad de movimientos, se inventó una nueva palabra para definir su rol en el campo: "Líbero". Nunca un defensa había aportado tanto al juego de ataque de un equipo.

Beckenbauer hizo grande al Bayern Múnich y a la selección Alemana en los años 70. Con su club consiguió 4 Bundesligas, 4 Copas de Alemania, 1 Recopa de Europa y 3 Ligas de Campeones consecutivas, desde 1974 a 1976, más la Intercontinental de ese mismo año, en 13 temporadas en el club. También ganó una Bundesliga con el Hamburgo en 1982, antes de retirarse un año después. Con su selección jugó 103 partidos, marcando 14 goles, y ganando la Eurocopa de 1972 y el Mundial de 1974. Estos éxitos le llevaron a ganar el Balón de Oro por dos veces, en 1972 y 1976.

Beckenbauer y Cruyff se 

enfrenteron en la mítica 

final del Mundial de 1974.

Este campeonato, el de Alemania '74, es recordado por muchos aficionados al fútbol porque enfrentó a dos de los futbolistas más brillantes de la historia: Beckenbauer y Johan Cruyff. La llamada "Naranja Mecánica" llegaba a la final como favorita, desplegando un juego brillante y arrollando a sus rivales, como Argentina o Brasil. Sin embargo, Alemania se llevó el título y Beckenbauer levantó la Copa del Mundo en una imagen que quedará para el recuerdo.

Se retiró en 1983, pero eso no impidió que siguiera cosechando éxitos. Sólo un año después fue nombrado seleccionador nacional y llevó a su selección a la final del Campeonato del Mundo de 1986 en Mexico y a la victoria cuatro años después en Italia, convirtiéndose en la segunda persona que consigue ganar un mundial como jugador y entrenador. Después, fue pasando por todos los estamentos del Bayern Múnich, llegando a ser entrenador, director técnico y presidente. Actualmente desempeña un cargo como Vicepresidente de la Federación Alemana de fútbol. Así es la carrera de Beckenbauer, una de las leyendas vivas del fútbol, un deportista brillante dentro y fuera de los terrenos de juego.

El Barça da el primer derechazo

La entrada de Pepe a Alves, dura,
pero la roja pareció excesiva.

El tercer enfrentamiento de la serie entre Barça y Madrid, y primer capítulo de la eliminatoria de semifinales de la Liga de Campeones, se saldó esta vez con victoria de los azulgrana en el Santiago Bernabéu. El partido venía cargado de tensiones por todo lo vivido en los últimos días: la victoria de los blancos en la final de Copa, y sobre todo, por el cruce de declaraciones entre Mourinho y Guardiola, agrandado por la prensa durante los dias previos al choque.

En fútbol una semana es mucho

En el fútbol, el estado de ánimo puede

cambiar redicalmente en cuestión de días.

Resulta sorpredente cómo en el mundo del fútbol pueden cambiar tantas cosas en tan sólo siete días, tal vez esa sea una de las razones que lo hacen grande. Y es que hace apenas una semana, el Barcelona ganaba por la mínima en el Bernabéu, jugaba con un hombre más y daba la impresión de tener la situación controlada, dando cierta impresión de superioridad. Luego el Madrid empató, a pesar de jugar con diez, y, aunque no cambió demasiado de cara a la Liga, si que pareció salir reforzado anímicamente del choque. La victoria de los blancos en la final de la Copa del Rey tres días más tarde parece haber tenido un efecto multiplicador de euforia en unos y depresión en otros, acentuado con la contundente goleada al Valencia el pasado fin de semana, incluso jugando con los menos habituales.

Ahora el panorama parece totalmente diferente. Los medios, los aficionados e incluso los técnicos dan ahora como favorito a los blancos para la eliminatoria de Champions, mientras que de los azulgrana sólo se comenta el cansancio físico de la plantilla, los lesionados o el mal momento de algunos de sus jugadores clave.



El Málaga sale del descenso gracias

a los goles de Baptista.



Y lo mismo puede decirse de la lucha por la permanencia. La semana pasada, el Málaga se la jugaba en casa ante el Mallorca con la obligación de ganar para no quedarse descolgado de los puestos de permanencia que estaban a tres puntos; mientras, otros equipos como Deportivo, Zaragoza u Osasuna gozaban de cierto respiro. Ahora, tras las victorias ante los mallorquinistas y en el Sardinero ante el Racing, son los blanquiazules los que miran hacia abajo y el optimismo se deja notar. Tal vez dentro de una semana todo sea de nuevo diferente. O no, quién sabe. Porque en el fútbol una semana es mucho, y pueden pasar muchas cosas.

Dieciocho años después, el Madrid campeón de Copa

Ese es el tiempo que ha tenido que esperar el Real Madrid para volver a levantar una Copa del Rey, un trofeo que se les resistía desde 1993; codiciado por su capitán, Casillas - es el único que le faltaba en su palmarés - y su presidente, Florentino Pérez, que había perdido dos finales en su etapa anterior. El escenario, el soñado: en un Mestalla lleno hasta la bandera y frente al rival de siempre, el Barça, el equipo que venía dominando el fútbol español en los últimos años.

El Real Madrid celebró la Copa

dieciocho años después.

El partido fue igualadísimo, con un tiempo para cada uno. Muy bien el Madrid en el primer tiempo, con Ozil, Di María y Cristiano presionando muy arriba la salida de balón de los azulgrana, y Pepe, clave, llevando la presión a tres cuartos de campo rival. A Mourinho le salió bien la apuesta. El Barça nunca se sintió cómodo y apenas llegó a inquietar a Casillas, mientras el Madrid dispuso de alguna buena ocasión de Cristiano y sobre todo un remate de Pepe al palo que medio estadió cantó como gol mientras el balón se paseaba por el área pequeña de Pinto. Sin embargo, en el segundo tiempo, el cuadro cambió por completo. El Barça volvió a ser el Barça, y tocó con rapidez ante un medio campo que perdió fuelle en la presión y que siempre llegaba tarde. La presión habitual de los azulgrana obligó al Madrid a recular y regalar casi por completo la posesión, y ni siquiera la salida de Adebayor - en un claro intento por aguantar el balón y dar salida al equipo - pareció dar resultado. Con este panorama, el segundo acto se convirtió en un asedio, mientras el Madrid acumulaba jugadores en la frontal del área y se defendía con orden para salir a la contra.

Llegados a este punto, Casillas fue - una vez más - clave, al sacar manos milagrosas a remates de Pedro, Iniesta y Messi, aunque Pinto también se lució a disparo de Di María, y Cristiano estuvo a punto de hacer el primero tras una galopada impresionante a pase de Xabi Alonso. Se podía ver más claramente que nunca los dos estilos diferentes que predican los dos clubes más poderosos del momento: El Barça tocaba y tocaba, con paciencia, mientras el Madrid defendía y contratacaba con un fútbol rápido y vertical. Y con la sensación de que podía pasar cualquier cosa, llegó la prórroga.

El cansancio empezó a hacerse notar, y el partido se abrió aún más, hasta que una pared entre Marcelo - para mí uno de los jugadores más desequilibrantes de este Madrid - y Di María, ante un cansado Dani Alves, que pareció girarse como a cámara lenta, acabó en un gran centro del argentino para que Cristiano se elevara y marcando perfectamente todos los tiempos batiera a Pinto decidiendo la final. El Barça, tocado, cansado, sacó su orgullo y lo intentó hasta el final. Siempre dió la cara, como los grandes campeones, pero ahora el nuevo campeón es el Real Madrid, y Cibeles volvió a ver una imagen que no se repetía desde hace dieciocho años. La espera mereció la pena.

Primera partida en tablas

El primero de los cuatro clásicos en la serie se saldó anoche en el Santiago Bernabéu con un empate entre Real Madrid y F.C Barcelona, en un partido que no fue un gran espectáculo en cuanto a juego pero sí que tuvo casi de todo: tensión, emoción, polémica, expulsiones, penalties...y goles. Más allá de la polémica, el partido se presentó con una declaración de intenciones por parte de ambos técnicos, como una partida entre dos grandes ajedrecistas que en su primer enfrentamiento se saldó en tablas.

Sergio Ramos y Villa durante el primero
de los cuatro clásicos de la serie.

Por un lado, Mourinho alineó un medio campo formado por tres jugadores de corte defensivo - Xabi Alonso, Khedira y Pepe - que fueron un espejo de la apuesta del portugués en el partido; y es que el Madrid se dedicó a esperar y buscar la contra, una apuesta que tal vez no fuese muy atractiva, pero que a mí me pareció inteligente. A día de hoy es muy difícil jugarle "de tú" al Barça, y los blancos han salido mal parados en los últimos años, la última vez en el Camp Nou hace cinco meses. En aquel último partido, por ejemplo, me sorprendió la falta de idea, un plan de cara al partido, algo nada habitual en el técnico portugúes, y el resultado fue desastroso. Esta vez, aunque pueda gustar más o menos, hubo un planteamiento.

Por parte de Guardiola, pareció que la consigna era controlar el partido. Una vez más me dio la impresión de que el Barça sigue siendo superior al Madrid en el juego, pero ayer, tal vez porque no lo necesitara - el empate le valía - o tal vez por miedo a perder, a los azulgrana les faltó ambición. Tocó y tocó durante buena parte del encuentro y todo se le puso de cara con el 0-1 y la expulsión, pero en ese momento le faltó empuje para cerrar el partido. Y eso le condenó; si algo no le falta al Madrid es orgullo, y con el empate - en un penalty para mí bastante discutible de Alves a Marcelo - los blancos se crecieron y jugaron sus mejores minutos. Al final, un resultado justo en un partido muy marcado por los planteamientos de los entrenadores y unas tablas que dejan la Liga un poquito más decidida. La segunda partida, dentro de tres días en la final de Copa.

El clásico de la psicología

Tras las victorias de Barça y Madrid en Champions, se confirma lo que muchos ya preveían: habrá cuatro clásicos en apenas tres semanas, un hecho histórico. El primero de ellos, que se jugará este Sábado en el Bernabéu, puede parecer a priori el menos importante de los cuatro, dada la ventaja que los azulgrana tienen en Liga.

Guardiola sabe que la batalla 

psicológica también está en juego.

Sin embargo, pienso que este primer partido podría ser decisivo. En este tipo de choques siempre hay algo más en juego que los tres puntos: está en juego el prestigio y aún más importante, la confianza. Dado que los dos equipos se volverán a ver las caras apenas tres días después en la final de Copa y las dos semanas siguientes en las eliminatorias europeas, el primer partido podría ser clave para "marcar el territorio" y ganar la batalla psicológica de cara al resto de encuentros.

Guardiola y Mourinho lo saben, y por eso saltarán al césped del Bernabéu con lo mejor que tienen, sin escatimar esfuerzos. Estos partidos tan igualados se ganan por detalles y el componente mental no se debe pasar por alto. Y es que normalmente se suele decir que en un clásico de Liga siempre hay más en juego que los tres puntos, pero esta vez hay algo más, mucho más.

¿Qué pasa con Torres?

Torres en su presentación no pensaba 

que sus comienzos en el Chelsea 

serían tan difíciles

Tras haberse convertido por algo más de 50 millones de libras - cerca de 60 millones de euros - en el fichaje más caro de la historia de la Premier League, Fernando Torres sigue sin anotar un sólo gol desde que debutara con el Chelsea a principios de Febrero. En ese tiempo, el madrileño ha jugado 10 partidos oficiales entre Liga y Champions, sin ver puerta. Desde Londres se comenta que Abramovich está tan decepcionado con el rendimiento del delantero, que incluso se está planteando la posibilidad de venderlo el próximo verano. ¿Es en realidad la situación para tanto?.

Si miramos los números de las tres temporadas de Torres en Inglaterra, vemos que en su primera temporada anotó 24 goles, 14 en su segunda y 18 el año pasado. En la actual temporada, llevaba 9 goles en 23 partidos antes de fichar por el Chelsea. 65 goles en total en 3 temporadas y media. En España nunca llegó a 20 goles pero siempre anotó más de 10 y su mejor anotación fue de 19 tantos en la temporada 2003/2004. Unos números más que respetables, pero en mi opinión, no para pagar 60 millones de euros.

La gente se pregunta qué le 

pasa a "El Niño".

Por poner un ejemplo, su sustituto en el Atlético, el uruguayo Diego Forlán, por el que los rojiblancos pagaron menos de la mitad de ese precio en 2007- unos 23 millones -, lleva anotados 74 tantos en el mismo periodo; y David Villa, por el que el Barça pagó al Valencia 35 millones este verano, ha marcado 76 en también tres temporadas y media. Las cifras pagadas por estos delanteros distan mucho de los 60 millones que ha pagado el Chelsea al Liverpool.

No tengo dudas de que Torres acabará por dar un buen rendimiento y acercarse a sus números habituales de buen delantero una vez supere la ansiedad y la gran presión que tiene con unos cuantos goles. Pero sus números, que normalmente rondan la veintena de tantos por temporada, no se si serán suficientes para contentar a una afición cuando tus piernas han sido tasadas en tantos millones de libras.

La competitividad del Manchester, demasiado para el Chelsea

El mexicano Hernández y el coreano

Park, goleadores en Old Trafford.

Anoche, el Chelsea de Ancelotti visitaba Old Trafford para jugar el choque decisivo que decidiría a uno de los cuatro semifinalistas de la Liga de Campeones. El partido venía cargado de frentes abiertos. Por un lado, se enfrentaban los dos mejores equipos ingleses de los últimos años - Manchester United y Chelsea se han repartido las últimas 6 Premiership, 3 para cada uno. Por otro, los de Manchester le arrebataron la Champions a los londinenses en 2008, mientras que los "blues" son los vigentes campeones del campeonato doméstico, en el que acabaron por delante de los "reds" el año pasado.

No era ningún secreto que el United llegaba mejor al partido. Líder sólido de la Liga Inglesa, y habiendo vencido por 0-1 en Stamford Bridge hace tan sólo una semana. Nada que ver con el momento del Chelsea, fuera de la pelea en liga y con un ambiente que huele a despedida de muchas de sus piezas importantes, incluyendo la del técnico Carlo Ancelotti. Lo que sí llama más la atención es la superioridad que están mostrando los de Fergusson esta temporada.

Fergusson y Ancelotti, la cara y

la cruz esta temporada.

Es evidente que el traspaso de Cristiano Ronaldo al Real Madrid dejó un hueco en el equipo difícil de llenar. En su lugar han aparecido otros jugadores jóvenes, como Nani, Valencia o "Chicharito" Hernández, que aún no llegan al nivel del portugués, y el Manchester no tiene un juego tan brillante como cuando fue campeón ante el Chelsea o cuando perdió la final frente al Barça, y, sin embargo, se mantiene competitivo siempre. Lo sostienen veteranos como Scholes, Giggs, Ferdinand o Van der Sar.

Y este es el mayor mérito de un técnico, Sir Alex Fergusson, que después de 25 años en el club, parece que tiene cuerda para rato. El secreto: una fantástica combinación de jugadores experimentados con las dosis justas de jóvenes talentos y alguna estrella. El resultado, un equipo que puede ser más o menos brillante según los ciclos, pero competitivo siempre, juegue la competición que juegue.

Algo está cambiando en La Rosaleda

Cuando el Málaga saltó al césped para enfrentarse al Deportivo de la Coruña, unos 27000 aficionados llenaban las gradas de La Rosaleda a pesar del calor sofocante y el día de playa. Si miras ahora a las gradas del estadio malaguista ves muchísima gente joven, gente que en su mayoría no ha vivido la etapa más difícil del club, con la desaparición del C.D. Málaga y los comienzos en Tercera División hace 17 años.

La afición llena más que nunca 

La Rosaleda.

Históricamente, siempre ha sido evidente que muchos aficionados acudían al estadio sólo para ver a los grandes equipos que pasaban cada domingo por La Rosaleda; no los culpo. En sus dos etapas, el club se ha preocupado poco o nada por crear una afición fuerte que respaldara al equipo. Los mejores jugadores de la cantera siempre han volado pronto, demasiado pronto, a triunfar en otros equipos, mientras los diferentes dueños del club se han dedicado a vender a los mejores jugadores en las épocas buenas para hacer caja e invertir lo mínimo en futuro. Y así es difícil enganchar un aficionado a un club o a unos colores; demasiado poco para una afición de una ciudad grande, ansiosa de objetivos grandes.

Sin embargo, esa gente joven que llena ahora el estadio no entiende del pasado. El descenso de hace cuatro años, el abandono de la anterior directiva, los problemas económicos recientes y el ascenso a presidente de un ex-jugador del club, comprometido con la causa como Fernando Sanz, ha dado un nuevo impulso al sentimiento malaguista. El Málaga cuenta ahora con casi un 80% de localidades ocupadas por sus socios, lo que lo convierte en uno de los equipos con más abonados de la Primera División, cuando hace apenas 3 años estaba entre los cinco con menos.

Ahora sólo queda que el club esté a la altura y los nuevos dueños inviertan en hacer un equipo fuerte y de futuro,  y que la suerte y los resultados acompañen. La afición no va a dejar de lado al equipo. Y es que algo está cambiando: ahora no son del Madrid, el Barça o el Atleti. Son del Málaga.

Se complican las cuentas

En la previa del partido frente al Deportivo, Pellegrini comentaba que un empate "no sirve de nada" a estas alturas y no le faltaba razón al técnico chileno. El empate sin goles del Málaga en La Rosaleda ante los coruñeses ha complicado las cuentas de los de Pellegrini de cara al final de temporada.

  

El Málaga no pudo superar a un 

Deportivo con un hombre menos.

Ayer el Málaga fue de mas a menos en el partido, algo lógico en parte cuando te encuentras en esa situación, empiezas bien y ves que el gol no llega; aparecen los nervios y la ansiedad. El caso es que el Málaga no hizo un mal primer tiempo y pudo haberse adelantado en varias ocasiones, sin encontrar el acierto ni la suerte. La expulsión de Laure al filo del descanso hacía pensar que el partido podía ser más fácil, pero más bien fue todo lo contrario: el Depor se defendió con orden y el Málaga fue cada vez a menos y acabó atascado. Ni siquiera la entrada de Quincy, Maresca y Juanmi en el segundo tiempo pudo cambiar esa dinámica.

Antes de la jornada había vía libre para el optimismo: de los 8 partidos que quedaban, 5 eran en casa, y 4 de ellos contra rivales directos o asequibles - Deportivo, Mallorca, Hércules y Sporting. Ganando esos cuatro partidos el equipo estaba virtualmente salvado, ya que habría sumado 41 puntos superando la barrera de los 40 que suelen dar la salvación casi matemática.

Ahora, después del partido de ayer, se ha desperdiciado una de las cinco "balas". El problema es que la cuarta "bala" ahora es el Barça. Mal negocio. Eso obliga al Málaga a ganar alguno de los partidos de fuera de casa, y hay dos salidas complicadas al Calderón y a San Mamés y la otra contra un rival directo como el Racing que además viene en alza. Y es que a estas alturas, un punto es, a todas luces, demasiado poco.

¿Cuál es tu Mejor Once de la Historia?

Franz Beckenbauer, campeón en 

Alemania '74 y el defensa más 

elegante de todos los tiempos.

Elegir sólo a 11 jugadores de entre la gran cantidad de futbolistas que ha habido a lo largo de la historia es una tarea difícil. Ya resulta difícil seleccionar sólo a un máximo de 10 para las votaciones. Sea como sea, este es mi once.

En la portería tras mucho pensarlo, Casillas. Es cierto que ha habido otros grandes porteros en la historia, algunos tan famosos como Gordon Banks o Yashin, pero yo nunca he visto a ningún portero ser tan decisivo y dar tantos puntos a su equipo como el madrileño. Además, su palmarés es impresionante, y ha levantado la primera Copa del Mundo para España. En los laterales, me quedo con los brasileños Carlos Alberto y Roberto Carlos. Aunque también ha habido otros grandes defensores que podrían estar en mi once, como los italianos Maldini o Facchetti, me quedo más con el estilo ofensivo y la técnica de los brasileños. En el centro de la zaga, dos grandes capitanes: el alemán Beckenbauer y el inglés Bobby Moore, ambos con personalidad, colocación y buena técnica individual.

Diego Armando Maradona, 

campeón en Mexico '86. Para 

algunos el mejor futbolista de 

la historia.

En el medio campo, tres "jugones", de los futbolistas más creativos y elegantes que hayan existido nunca: Zidane, Platini y Maradona. Todos ellos se caracterizaron por hacer jugar a sus equipos y también por ser muy decisivos en los momentos importantes. El francés Zidane, un futbolista técnicamente casi perfecto, lideró la gran Francia de finales de los 90 e hizo campeón de Europa al Real Madrid en 2002. El también francés Michelle Platini fue un gran llegador que triunfó en la Juventus de mediados de los 80 y derrotó a España en la final de la Eurocopa de 1984. Diego Armando Maradona, conocido por todos, es idolatrado en Argentina, que lo consideran el más grande. Llevó a su país a la victoria en Mexico '86 y consiguió sus mayores éxitos en el Nápoles italiano.

Pelé, campeón en 

Mexico '70, un futbolista

genial.

Y para completar el equipo, los que son, junto a Maradona, los tres jugadores considerados por la mayoría como mejores de todos los tiempos: Cruyff, Alfredo Di Stéfano y Pelé. El holandés era rápido y desequilibrante y lideró una generación que cambió el fútbol moderno en la década de los 70. Por algo es uno de los jugadores con más trofeos del Balón de Oro. El argentino ha sido el jugador más completo, y lideró al gran Real Madrid de las Copas de Europa de los 60; y el brasileño, estantarte del que está considerado el mejor fútbol desplegado por un equipo en un Campeonato del Mundo en 1970, ha sido, en mi opinión, el más genial de todos.

El plan B de Mourinho y el ritmo del Barça

Cuando vi la alineación de Mourinho ayer para jugársela en San Mamés, lo primero que pensé es que el portugués estaba dando menos prioridad a la Liga que a la Champions o a la Copa. Dejar en el banquillo a medio equipo titular - Marcelo, Ozil, Xabi Alonso, Cristiano... - en una salida tan complicada no es lo normal a estas alturas para un equipo que quiere ser campeón. Sin embargo, la actitud del equipo fue bien diferente.

Kaká hizo dos goles de penalty, 

cometidos sobre Di María.

Tengo que decir que el partido me defraudó. Muchas imprecisiones, demasiadas faltas, tarjetas y unas cuantas perdonadas - Gurpegui y Sergio Ramos no debieron haber acabado el partido. Y en ese escenario, el Madrid se movió como pez en el agua. Se mostró serio en defensa, bien colocado, aguerrido en el medio y peligroso en las contras, con un aceptable partido de Kaká en el enganche y un Di María desequilibrante. Mientras, el Athletic se perdía en el juego embarullado y las faltas. Tengo la impresión de que Caparrós había concienciado a los suyos durante la semana de que debían hacer un partido agresivo, mordiendo, pero en la práctica lo hicieron sin mucho sentido, sin cabeza y eso le mató. No fue un gran partido; incluso en mi opinión el resultado fue algo excesivo para los méritos de unos y otros, pero el equipo blanco no regaló la Liga, y se agradece.

El Barça sufrió para

ganar al Almería.

Justo después, el Barça saltaba al Camp Nou con la obligación de ganar al Almería para mantener la distancia de 8 puntos conseguida hace siete días en Villarreal. Aunque a priori podía parecer que sería un partido cómodo para los azulgrana, desde el primer minuto se vio que no sería así. Con el Almería bien plantado y sin renunciar al ataque, al Barça le costó entrar en el choque. Con Villa en el b

anco, ni Xavi, ni Messi, ni Iniesta aparecían en la elaboración, y sólo Bojan se mostraba activo. Y a la vuelta del descanso, el Almería se adelantaba con una contra de libro que finalizó Corona. 0-1 y viendo como iba el partido, panorama difícil.

Pero todo cambió de pronto para el líder. Primero, un balón en profundidad a Villa que sorteó a Diego Alves y éste lo arrolló. Penalty que pareció claro y Messi empató el partido. Después, gol de cabeza de Thiago. El hijo de Mazinho tiene el toque de los chicos formados en La Masía y tanto desparpajo como futuro. Luego, el Barça pareció bajar el ritmo, medir fuerzas y administrar esfuerzos. Se le vienen los partidos más importantes de la temporada, pero hoy dormirá con el objetivo cumplido de visitar el Bernabéu con 8 puntos de ventaja.

Nuevos ricos

En los últimos años se han dado varios casos de clubes más o menos modestos que son comprados por ricos empresarios con la promesa de hacer un equipo campeón. El ejemplo más llamativo esta temporada ha sido el del Málaga C.F.

Pellegrini, en su presentación.

Con la llegada del jeque catarí Abdullah ben Nasser Al Thani, el equipo de la Costa del Sol ha visto como el club se ha transformado considerablemente, pasando de ser un club endeudado, plagado de cedidos año tras año, que vivía al día sin ninguna o muy poca inversión de futuro, a generar ilusión trayendo nombres ilustres. Baptista, Maresca, Demichelis, Asenjo, Quincy, el internacional uruguayo Sebastián Fernández, el venezolano Rondón, incluyendo a los técnicos Jesualdo Ferreira o Pellegrini encabezan el cartel. Sin embargo, esa ilusión inicial no se está viendo respaldada por los resultados en el campo. 29 puntos en 30 jornadas hablan por sí solos.

A mi modo de ver, entre tanto nombre el equipo se muestra blando en el medio campo, con poca recuperación de balón y mala colocación, lo que afecta a la defensa, que sufre demasiado principalmente por las bandas. Falta un líder en el medio, un pivote defensivo que robe balones y distribuya sin complicarse, y falta más ayuda de los jugadores de banda. No le vendría mal reforzarse con un par de...laterales este verano.

Baptista, fichado en el mercado

invernal.

Está claro que el fútbol maneja unos códigos que van más allá del dinero. Se me vienen a la cabeza ejemplos famosos como el del Chelsea o el Manchester City recientemente o el Fulham hace unos años, en los que a pesar de la fortísima inversión realizada aún no han terminado de destacar por encima de otros grandes de Europa. Es cierto que el Chelsea ha ganado tres Premiership últimamente, pero no ha conseguido el anhelado título de campeón de Europa a pesar del continuo movimiento de la chequera de Abramovich; mientras, el club de Manchester, aún no ha conseguido meterse en la lucha por un título importante.

Y es que los grandes clubes no los hacen sólo los grandes jugadores y el dinero. También cuentan, y mucho, la estructura del club y la costumbre que tengan todos - desde la plantilla, técnicos, e incluso la afición - de pelear los títulos. Ese "intangible" es lo que hace a un club grande, es lo que marca la diferencia. Por eso los nuevos ricos requieren tiempo para hacerse un hueco entre los mejores, y a muchos de esos millonarios compradores no les sobra la paciencia.

Guardiola y su "miedo"

Antes del partido de Liga de Campeones frente al Shakhtar Donetsk, Pep Guardiola aseguró que tenía "malas sensaciones" y que no "le gustaba lo que veía". El resultado final, 5-1 parece quitarle la razón al técnico, pero si pensamos en las circunstancias que rodeaban al partido, podría tener más razón de la que parece.

Iniesta y Dani Alves, claves

en la victoria ante el Shakhtar.

Tras los resultados del fin de semana en los que la ventaja en Liga se ha visto ampliada sobre el Real Madrid, la euforia rodeó al equipo; la prensa daba por hecho que el equipo pasaría y se pensaba más en las Semifinales contra los blancos que en el partido contra los ucranianos. Además, enfrente había un buen equipo. Le pasó por encima a la Roma en los dos partidos previos y se clasificó brillantemente como primero en la fase de grupos ganando 5 partidos y perdiendo sólo 1.

Viendo esto, y previendo un partido complicado, Guardiola quiso "enchufar" al entorno al partido, a la prensa y a los jugadores, haciendo unas declaraciones un tanto exageradas y que no han pasado desapercibidas para casi nadie. En la misma línea se había expresado esta semana Johan Cruyff, perro viejo. Inteligente, y a la vez elegante con el rival, casi demasiado adulador, y viendo como fue el partido, efectivo. 

Con un Iniesta superior y un Dani Alves muy incisivo por banda derecha el partido se fue aclarando con el paso de los minutos. Del de Fuentealbilla fue el primer gol y la magistral asistencia del segundo para el brasileño. Sin la continuidad de otros días en el juego - ni Messi, ni Xavi, ni Villa estuvieron tan brillantes - el equipo ucraniano se permitió alguna contra con peligro y acortar distancias en la eliminatoria, que quedó casi sentenciada con los goles de Keita y Xavi. El equipo jugó a rachas, a medio gas, como midiéndose para ahorrar fuerzas ante lo que se le viene. Está claro que a la eliminatoria aún le queda el segundo capítulo que se jugará en el Donbass Arena la semana que viene, pero Guardiola y su Barça dieron un paso de gigante hacia las semifinales. Que pase el Real Madrid. Ahí no hará falta motivación extra.

Madrid de Champions y El que Nunca Hace Nada

La primera batalla de los Cuartos de Final de la Champions ha dejado dos claros protagonistas. Por un lado, la cara más amable del Real Madrid esta temporada: su versión europea. Buen partido de los blancos que no dieron opción al Tottenham, 4-0. 

El Madrid salió como debe un equipo que aspira a ser campeón: mandando desde el primer minuto y se adelantó pronto, con la línea de presión muy arriba y robando el balón en campo contrario. Es cierto que la expulsión de Peter Crouch en el minuto 14 marcó mucho el partido. En primer lugar, obviamente, porque el rival jugó durante más de 75 minutos con un jugador menos; en segundo lugar porque así perdían los ingleses su hombre alto, el hombre de referencia para aguantar el balón y montar las contras.

Adebayor completó su mejor partido

con el Real Madrid.

En el segundo acto, los blancos fueron inclinando el campo cada vez más y los goles fueron cayendo poco a poco. Adebayor hizo su segundo gol de cabeza para completar su mejor partido en el equipo blanco, y sólo una gran parada del brasileño Gomes evitó el "hat-trick". Fue a partir de entonces cuando llegó la mejor versión del Madrid. Presionando arriba, con Xabi Alonso excelente en la presión y la circulación y Marcelo y Di María llevando el peligro por bandas. El argentino hizo el tercero, un golazo a pie cambiado que puso el balón en la escuadra de Gomes, y Cristiano Ronaldo cerró el resultado poco antes del final.

Raúl hizo el tercero en San Siro.

El otro gran protagonista de la jornada europea ha sido el Schalke de Raúl, que goleó al Inter de Milán en San Siro por 2-5. El "7" hizo el tercero. Ante éste hay que quitarse el sombrero, es un ejemplo. Con casi 34 años, con todo ganado en su palmarés, Raúl fue, según las estadísticas de la UEFA, el jugador que más kilómetros hizo en la jornada, nada menos que 11'1. Muchos futbolistas deberían tomar nota de profesionalidad y compromiso, sobre todo a este nivel, dónde el talento ya se presupone.

Garrincha, el regate irrepetible

Garrincha, en el Mundial de 
Chile, en 1962.

Manuel Francisco dos Santos, "Garrincha" (1933-1983), futbolista brasileño, está considerado una de las figuras más grandes de la historia del fútbol mundial. Nacido en Rio de Janeiro, de familia muy humilde, se ganó su apodo debido un pájaro del mismo nombre; este pájaro es feo y torpe, pero a la vez increíblemente veloz. Garrincha nació con problemas físicos evidentes: tenia los pies girados hacia dentro 80 grados y su pierna derecha era 6 cms. más larga que la izquierda, algo que le hacía padecer de columna vertebral.

Jugaba pegado a la banda derecha; rápido, habilidosísimo, con buen disparo seco, Garrincha manejaba ambas piernas y poseía un abanico impresionante de regates y quiebros; lo mismo podía salir por izquierda que por derecha, frenarse o cambiar de ritmo. Desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en Botafogo, dónde jugo desde 1954 a 1966, obteniendo 3 títulos y dónde fue elegido Mejor Jugador del Mundo en 1962. Posteriormente jugó en Corinthians, en 1967, Flamengo, en 1968, Red Star París en 1971 y cerró su carrera en el Olaria de Río de Janeiro en 1972.

Formó parte de la etapa más brillante del fútbol brasileño, participando en 3 campeonatos del Mundo y conquistando dos de ellos - en 1958 y 1962 - con la mítica delantera formada por Pelé, Didí, Vavá, Zagallo y el propio Garrincha. Con la canarinha disputó 60 partidos de los cuales sólo perdió 1. Nunca Brasil perdió un partido formando con Pelé y Garrincha juntos.

Cuentan las anécdotas que en las pruebas físicas para el Mundial de 1958, Garrincha obtuvo 38 puntos de los 123 necesarios para acudir al campeonato. Sin embargo, un movimiento encabezado por su compañero en Botafogo Nilton Santos consiguió convencer a los técnicos para que Garrincha estuviera en ese mundial. El veloz delantero fue clave en aquellos dos campeonatos, lo que lo han convertido en uno de los jugadores más queridos en Brasil. Sin embargo, su vida estuvo marcada por las mujeres, la pobreza, el alcohol, los problemas de salud y los hospitales. Murió en 1983 a los 49 años de cirrosis hepática y en la soledad. Su tumba está abandonada, pero aún hoy su nombre resuena entre los hinchas de Botafogo, que acuden cada domingo a su estadio con la esperanza de que algún día puedan ver jugar a un nuevo Garrincha.

Rosell, Rooney y su arrepentimiento

Este fin de semana me han resultado curiosas dos situaciones diferentes que han acabado de la misma manera: pidiendo disculpas públicas. Ambas me han llamado la atención porque se han producido de una forma similar, pidiendo perdón tarde y con la boca pequeña.

El pasado Viernes se publicaron unas declaraciones del presidente del Barça, Sandro Rosell, en las que, en una reunión de peñas, vaticinaba un 5-0 en la final de Copa del Rey ante el Real Madrid, "para no perder la costumbre"; con el consiguiente revuelo en la prensa madrileña. Estas declaraciones se pueden entender en el contexto de un barcelonista que, en una reunión de amigos, entre risa y risa hace ese comentario jocoso. ¿Quién no ha tenido alguna bravuconada del estilo cuando se encuentra hablando de fútbol entre amigos?.

Todo esto sería comprensible si la persona que las hace no fuese el presidente de un club como el Barça. Un presidente debe estar siempre a la altura del club al que representa, y no debe olvidarse nunca de eso, sea la situación que sea y Rosell pasó eso por alto el viernes durante su reunión de peñas. Luego llegó la reprimenda de Guardiola a su presidente con un "se podría haber evitado", que no dejó más opción que la rectificación pública del Domingo: "No nos gusta ofender", dijo. ¿Entonces por qué la rectificación no fue inmediata y tardo dos días en producirse?.

En mi opinión el comportamiento del nuevo presidente del Barça en los pocos meses que lleva en el cargo están siendo correctos; esperemos que las victorias no lo cieguen y empañen el buen juego y la buena imagen que su equipo se está ganando a pulso en el campo.

La otra noticia curiosa se produjo en el encuentro del Sábado entre el West Ham y el Manchester United, en el que Wayne Rooney firmó un "hat-trick" para los "reds". Tras marcar el tercer gol, el delantero inglés se acercó a la cámara y gritó "iros a la mierda". Tan sólo un día después el delantero pidió disculpas públicas, no  antes, claro está, de conocer la intención de la FA de investigar y sancionar su comportamiento. No es la primera vez, y me huelo que tampoco la última, que el delantero se ve envuelta en una de estas. Lo que resulta curioso es que las rectificaciones lleguen tan tarde. Apestan a que es porque alguien te ha dicho que es lo mejor para apagar el fuego.

La Liga, ¿acabada?

La victoria del Sporting en el Bernabéu el Sábado ha cambiado completamente las cuentas de unos y otros para lo que resta de campeonato, sobre todo por arriba. Mientras desde Madrid soñaban con una derrota del Barça en Villarreal que les pusiese la Liga a tiro de cara al derby, el discurso ha cambiado a "debemos centrarnos en la Copa y la Champions". Mientras, desde Barcelona se apresuran a asegurar que "la Liga no está sentenciada". ¿Es eso cierto?.

Visto lo visto, parece difícil que el Barcelona se pueda dejar 8 puntos en los partidos que quedan, sobre todo teniendo en cuenta que los azulgrana han pasado su particular "cumbre", mientras que los blancos aún deben visitar Bilbao, Valencia y Villarreal. A priori, la Liga parece clara por arriba, pero, ¿quién sabe?. Otras temporadas la hemos visto decidida y al final el Madrid ha acabado por pelearla.

Aunque la lucha por el campeonato y los puestos de Liga de Campeones parece que se despejan - Valencia y Villarreal tienen una cómoda ventaja - la lucha por la Europa League y la zona baja sigue abierta, muy abierta. Por arriba, Sevilla, Espanyol, Athletic, Atlético y Mallorca pelean por dos puestos en apenas cinco puntos. La jornada también nos ha dejado un aspirante más, el Levante, que está realizando una gran segunda vuelta y ha conseguido la permanencia casi virtual, a costa del Málaga. Tras dos victorias consecutivas los de Pellegrini se vuelven a complicar la vida. La lucha sigue abierta con Almería, Hércules - que toma aire con la llegada de Djukic al banquillo - y Zaragoza. Y no pueden descuidarse Sporting, Real Sociedad, Getafe ni Deportivo. Sólo cuatro puntos los separan del abismo.

El decisivo mes de Abril

Nos encontramos de lleno en la etapa más decisiva de la temporada y los equipos se disponen a afrontarla con lo mejor que tienen. Y subrayo "lo mejor que tienen". A estas alturas casi todos llegan con más bajas de las que les hubiera gustado, incluyendo los que reservan jugadores para las cercanas eliminatorias de Champions y Europa League la próxima semana.

El Madrid, por ejemplo, recibe al Sporting en el Bernabéu jugándose la Liga con bajas importantes - Cristiano, Xabi Alonso, Marcelo y Benzema, sin contar la ya conocida de Kaká. Los blancos tienen señalada esta fecha en el calendario desde hace tiempo, ya que saben que una victoria hoy unido a una derrota del Barça podría acercar el campeonato más que nunca. Para el Barça el panorama no es mejor; los de Guardiola se la juegan hoy en su visita más complicada - Bernabéu aparte - con las bajas de Abidal, Puyol, Maxwell, Pedro y Xavi. Además Messi arrastra problemas físicos y es duda. Y estos son sólo un par de ejemplos de que a estas alturas de la temporada a nadie le sobra nada.

Esperemos que todos se recuperen pronto y no empañen un mes de Abril que se presenta apasionante, sobre todo en ese duelo particular que mantienen Barça y Madrid. Con el clásico a dos semanas vista y la final de Copa en Mestalla tres días más tarde, unido a unas hipotéticos cruces en semifinales de Champions apenas una semana después, esto nos dejaría cuatro enfrentamientos en apenas tres semanas que podrían decidir tres títulos. Se enfrentarán dos estilos muy diferentes: el fútbol de toque del Barça contra el juego directo y efectivo del Madrid; o Guardiola contra Mourinho. Veremos quién se lleva el gato al agua; sea como sea, que los amantes del fútbol se pongan cómodos en el sofá y disfruten de un Abril apasionante.

Salta al campo, a Ras de Hierba

Este personal Fútbol a Ras de Hierba arranca sin más intención que la de dar un espacio para que un loco del Fútbol pueda expresar su opinión de lo que pasa en el inagotable mundo de este deporte. Tan inagotable que permite que, pese a la cantidad de medios especializados, periodistas, expertos - los que son y los que dicen serlo - foros, blogs y toda la cantidad de información que hay en la red, aún permite un pequeño hueco para la opinión.

No voy a engañar a nadie: no soy periodista - por tanto aún menos especializado - y tampoco se casi nada de fútbol. Sólo me gustaría compartir ese "casi" con aquel que quiera conocerlo, y por supuesto aprender de los que quieran compartir sus opiniones futbolísticas. De momento sólo soy un loco. Quién sabe si pronto seamos algunos más. Si es así, disfruten.