Ferenc Puskas (Budapest, 1927-2006), es uno de los mejores goleadores de la historia y una de las mayores leyendas del fútbol mundial. Hijo de un futbolista húngaro, su carrera estuvo decisivamente marcada por los acontecimientos políticos de la época en su Hungría natal, un destino que lo llevó finalmente al Real Madrid, dónde marcaría la época más brillante del club blanco.
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"Puskas manejaba la pierna izquierda como nadie, con la que poseía un fuerte remate, y hacía goles con una facilidad asombrosa".
uskas destacó muy joven; de la mano de su propio padre debutó en la Primera División en 1943, con tan sólo 16 años, en las filas del Kispest, equipo que posteriormente pasó a llamarse Honved, y en el que jugó durante treces temporadas, consiguiendo 5 campeonatos de su país, anotando 358 goles, y consiguiendo el trofeo de máximo goleador en cuatro ocasiones.
Puskas, a la derecha, en la final del
Mundial de Suiza ante Alemania, en
1954.
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En el Real Madrid, marcó la
época más brillante en la historia
del club.
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Corría el año 1956 cuando Puskas viajaba a Bilbao para disputar un partido de Copa de Europa con su equipo, cuando su país fue invadido por la URSS. Puskas, junto a otros compañeros, desertó cuando marchaban por Viena, por lo que fue juzgado por traición por el gobierno soviético, y suspendido por la FIFA durante dos años. En ese tiempo, se afincó en Italia y jugó partidos de exhibición para sobrevivir, pero descuidó su preparación física. Tras la sanción, sin equipo, con bastantes kilos de más y ya con 31 años, Santiago Bernabéu decidió hacerse con su fichaje, pese a que el secretario técnico del club, José Samitier, lo desaconsejaba. El tiempo le dio la razón a Bernabéu; en el Real Madrid marcaría una época, formando la mítica delantera con Kopa, Rial, Di Stéfano y Gento. Consiguió 3 Copas de Europa, 1 Intercontinental y 5 Ligas Españolas y se coronó definitivamente como uno de los mejores goleadores de todos los tiempos, marcando 236 goles en 261 partidos en las siete temporadas que jugó en el club blanco, siendo máximo goleador de la Liga Española en otras cuatro ocasiones. En este periodo también tuvo tiempo de nacionalizarse español y disputar cuatro partidos con el equipo nacional, en los que, sin embargo, no consiguió marcar.
Se retiró como jugador en 1966, y comenzó su periplo como entrenador sin mucho éxito, que lo llevó por España, Grecia o EEUU, hasta que, finalmente, volvió de su exilio a Hungría en 1981 y comenzó a trabajar en la Federación en 1992. Falleció en el año 2006 tras una larga enfermedad, y a su muerte, seguro a muchos aficionados - sobre todo los más veteranos - les vino a la mente muchas de sus imágenes imborrables, cómo aquellos cuatro goles en la final de la Copa de Europa de 1960, en la que el Madrid goleó al Eintratch de Frankfurt por 7-3; o su medalla de oro y la final del Mundial perdida ante Alemania, que elevaron a Hungría al nivel de las grandes potencias del fútbol mundial, una generación irrepetible liderada por este mago del balón, nacido entre los magiares.
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