Ni el más optimista de los malaguistas hubiera imaginado un comienzo de temporada como el que están realizando los hombres de Pellegrini. Tras un verano convulso, marcado por la salida de hombres importantes como Cazorla o Rondón, los jugadores del Málaga C.F están dando una lección de profesionalidad, entrega, lucha y, porque no, de fútbol.
E
"Eliseu: No hemos venido a la Champions a pasear, hemos venido a competir".
n estos 180 minutos que lleva jugado el Málaga en Champions, ha dado señas de ser un equipo veterano en la competición y no hay que olvidar que se trata del primer encuentro fuera de casa de la historia del club en Liga de Campeones.
Le costó un poco al Málaga comenzar a generar peligro, con posesiones largas y mucho control de balón. Fue clave en esta fase del partido la aparición de Isco, que comenzó a moverse con libertad y a desbordar como nos tiene acostumbrados. A partir de ahí, fue un auténtico monólogo del equipo blanquiazul que no dudó en buscar la portería del Anderlecht. La tuvo Joaquín, tras una gran jugada entre Isco y Saviola, pero reaccionó bien el portero belga. También la tuvo el ‘Conejo’, esta vez, gracias a una gran jugada de pizarra que lo dejó solo delante de Proto que sacó otra mano espectacular. Así se llego al último minuto de la primera parte, donde apareció Eliseu con una volea de ensueño a la salida de un córner. Candidato a gol de la jornada europea.
Ya en la segunda parte, no tardaría en ponerse de cara el partido, cuando Monreal, en una de sus infinitas internadas, fue derribado dentro del área por Kouyaté. El árbitro señaló penalti y Joaquín lo trasformó con la tranquilidad que se le supone a un jugador curtido en mil batallas, como él. Pasada la hora de partido, volvió a aparecer la magia de Isco, esta vez en forma de pase para dejar solo a Eliseu que definió con una vaselina sutil ante la que nada pudo hacer el meta belga. Con 3-0 en el marcador el Málaga se dedicó a controlar el partido, como si de un equipo veterano en la competición se tratara.
Una mención especial merece Iturra, que cuajó todo un partidazo haciendo que los malaguistas se olvidaran de Toulalan, una de las estrellas del equipo, recuperando infinidad de balones y anulando al mejor jugador del equipo dirigido por Van den Brom, el mediocentro argentino, Lucas Biglia, que no rascó bola. Haciendo su trabajo, sin duda, fue el mejor del partido en Bruselas.
Tras esta victoria el Málaga sigue líder en solitario del grupo C y recibirá al A.C Milán con una dinámica inmejorable. Con sacar puntos en los dos partidos que quedan en casa, puede ser suficiente para seguir adelante en Europa. Mientras tanto, la ciudad seguirá soñando.
Ya en la segunda parte, no tardaría en ponerse de cara el partido, cuando Monreal, en una de sus infinitas internadas, fue derribado dentro del área por Kouyaté. El árbitro señaló penalti y Joaquín lo trasformó con la tranquilidad que se le supone a un jugador curtido en mil batallas, como él. Pasada la hora de partido, volvió a aparecer la magia de Isco, esta vez en forma de pase para dejar solo a Eliseu que definió con una vaselina sutil ante la que nada pudo hacer el meta belga. Con 3-0 en el marcador el Málaga se dedicó a controlar el partido, como si de un equipo veterano en la competición se tratara.
Una mención especial merece Iturra, que cuajó todo un partidazo haciendo que los malaguistas se olvidaran de Toulalan, una de las estrellas del equipo, recuperando infinidad de balones y anulando al mejor jugador del equipo dirigido por Van den Brom, el mediocentro argentino, Lucas Biglia, que no rascó bola. Haciendo su trabajo, sin duda, fue el mejor del partido en Bruselas.
Tras esta victoria el Málaga sigue líder en solitario del grupo C y recibirá al A.C Milán con una dinámica inmejorable. Con sacar puntos en los dos partidos que quedan en casa, puede ser suficiente para seguir adelante en Europa. Mientras tanto, la ciudad seguirá soñando.
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