Empate técnico, buen respaldo para Barça y Madrid

Barça y Madrid se enfrentaban en el Camp Nou con la diferencia de ocho puntos en el ambiente, con la intención de asestar un golpe importante a esta Liga para unos, y la de acercarse y recuperar la vitola de campeón para otros. Y aunque ninguno de los dos cumplió totalmente sus pretensiones, ambos pudieron irse del partido con la impresión de haberlas satisfecho en parte.

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Casi tres años ha tardado Mourinho en darse cuenta que el Madrid siempre ha plantado más cara cuando hace lo que ayer: jugar de tú a tu.

así tres años parece haber tardado Mourinho en darse de cuenta de que el Madrid siempre ha plantado más cara a este Barça cuando juega a hacer lo que hizo ayer: jugar de tú a tú. Tras la victoria de la temporada pasada que dio el hachazo definitivo a la Liga, y los buenos momentos en Copa y Supercopa, el Madrid parece haberse sacudido esa losa que le agobiaba temporadas atrás. Repitió planteamiento ambicioso y el once que mató la Liga en este mismo escenario. Apretando desde el minuto uno, incomodando la salida de balón azulgrana, entró mejor al partido, más agresivo, y dando más sensación de peligro arriba. Mientras, el equipo de Tito Vilanova se presentaba al choque con muchas dudas atrás por las bajas - incrementadas por la lesión de Dani Alves mediada la primera mitad - y con el parche de Adriano como central, una posición en la que no se le había visto jugar antes. El técnico apostó por la velocidad y ligereza del brasileño, frente a las características más pesadas de Alex Song, y el lateral tampoco desentonó. Con el Madrid presionando arriba, y con un Barça que este año parece algo menos agresivo en la presión que temporadas atrás, las fuerzas se equilibran, y el partido no tuvo un dominador claro, ni un rumbo fijo.

En esas, al Madrid se le vió más cómodo, especialmente en la primera mitad, porque en el intercambio de golpes se mueve con más soltura. Primero aviso Ramos con un remate de cabeza un un córner que se fue por muy poco, antes de la delicatessen. Una grandiosa jugada colectiva en la que participó todo el frente de ataque madridista, con una excelente maniobra en el juego de espaldas de Benzema, sirvió para que Cristiano Ronaldo adelantara a los blancos de un potente zurdazo. El mejor gol que he visto en lo que va de temporada, y el portugués que sigue en racha ante los azulgrana. El Madrid pudo entonces haber cerrado esta historia si el delantero francés hubiese acertado a aprovechar un pase de Di María, pero estrelló su remate al palo, y el extremo argentino tampoco acertó con el rechace. Y para castigarlo, apareció Messi, martillo pilón. Es lo que tienen los jugadores de esta dimensión, y los partidos de esta grandeza, si no los matas, te engullen.

Primero, aprovechando un error de Pepe, que se quedó sin apoyo aéreo y pifió en su despeje, desequilibrado, dejando el balón muerto y franco para el matador argentino. Luego, transformando magistralmente una falta que las cámaras captaron a la perfección en primera persona, atisbando su destino casi desde salir de esa zurda enguantada. El Barça le daba la vuelta al partido, y sin embargo no parecía tenerlas todas consigo, fundamentalmente por ese defecto que parece tener esta temporada: problemas para dormir los partidos. Así que Cristiano no quiso quedarse atrás en su carrera por el Balón de Oro, y aprovechó una asistencia de Özil tras una recuperación - que pareció en falta - de Khedira en línea de tres cuartos, que dejó muy mal parada a la línea defensiva azulgrana. Tras el empate, arreón final azulgrana que pudo llevarse un partido - remate al palo de un buen Montoya, y ocasión de Pedro a la contra - que bien pudo haber perdido antes. Por eso, los dos deben haberse ido con buenas sensaciones al parón liguero; unos por mantener la importante ventaja al frente de la tabla, otros porque aunque aún siguen lejos, jugaron como debe un grande, recuperando la imagen y la vitola del actual campeón. Importante respaldo para lo que queda de temporada.