Ronaldinho, cuánto talento desperdiciado

Ronaldinho respondió a

las críticas con dos 

golazos.

Si, ya sé que no es ninguna noticia. El que fue en su día el mejor jugador del planeta, Ronaldinho, hace ya años que viene en la cuesta abajo, y no parece tener intención de levantar cabeza. Pero éstos días parece que la situación ha tocado fondo, por una noticia que me ha parecido sorprendente. El Flamengo ha anunciado que ha creado una línea telefónica para que sus aficionados puedan llamar y denunciar cuando vean al astro de fiesta. Lo curioso es que tras el anuncio, el "10" ha marcado dos golazos que no tienen desperdicio, que hacen pensar en qué habría sido de éste jugador con la motivación adecuada al talento que tiene.

Y es que el fútbol hace ya tiempo que no es una prioridad para Ronaldinho. Qué lejos queda aquél joven sonriente y hambriento de títulos que llegó al Barça hace siete años. En apenas tres años dejó momentos inolvidables, y consiguió prácticamente todo lo que se había propuesto, tanto a nivel individual como colectivo, y entonces decidió que era el momento de dar prioridad a otras cosas. Yo no creo que Ronaldinho salga ahora más que por aquél entonces - seguramente haya salido siempre - pero la diferencia principal es la edad  - entonces tenía 23 años y ahora, 31 - y la motivación; antes llevaba el fútbol en la cabeza, ahora no. Esa falta de motivación se ha hecho notar también mucho en su físico, en otros tiempos atlético, rápido y eléctrico, y ahora lento y pesado, incluso pasado de kilos.

Tras abandonar el Barça, se fue al Milán, dónde fue recibido cómo un auténtico astro, pero poco le duró la ilusión a los seguidores italianos, porque Ronaldinho no era ni una sombre de lo que fue. Sus imágenes de fiesta eran cada vez más frecuentes, y quedaba cada vez más claro que sus días en Italia estaban contados. A principios de este año, se anunció su retorno a Brasil, para fichar por el Flamengo, dónde una vez más fue recibido con todos los honores y en pocos meses el club y los aficionados ya se han cansado de sus salidas y su bajo rendimiento en el campo. Es un ejemplo de que, en cualquier deporte, el talento no es suficiente si no va acompañado de mentalidad, esfuerzo y profesionalidad. Rememorando los mejores momentos de Ronaldinho, es indiscutible que se trataba de un futbolista especial, que podría haberse mantenido entre los mejores durante muchos años si hubiese querido e incluso disputar un lugar entre los mejores de todos los tiempos. Una lastima, quedará en el recuerdo como un gran jugador, pero también como un gran talento desperdiciado.

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Marca.com