Los Cuartos de Final de la Copa América se cerraron ayer con un pleno de sorpresas, tras las derrotas de Brasil ante Paraguay y Chile ante Venezuela. Es sorprendente que los cuatro equipos que partían como favoritos para pasar a semifinales hayan quedado eliminados, y es la primera vez que Argentina y Brasil caen en este torneo antes de las semifinales; algo esta cambiando.
Justo Villar, héroe de Paraguay. Brasil falló sus cuatro penalties. |
Y es que los equipos teóricamente con menos nombre en Sudamérica son cada vez más competitivos y difíciles de ganar. Es cierto que no hacen un fútbol muy vistoso - no tienen los jugadores necesarios para eso - pero si que son equipos organizados, con jugadores de experiencia en las grandes ligas y que saben aprovechar sus virtudes. Todo lo contrario que se puede decir de Brasil, por ejemplo; es cierto que ayer tuvo ocasiones para llevarse el partido y que lo habría hecho en condiciones normales, pero también vi a un equipo desordenado en ataque, precipitado y sin ninguna claridad. Los jugadores que teóricamente tienen que crear fútbol o no tienen las cualidades - Ramíres, Lucas Leiva... - o han hecho un campeonato demasiado irregular - Ganso - y así hemos visto a un equipo con muchos problemas ante equipos cerrados. En el lado positivo, tiene un equipo joven y nivel en todos los puestos; con un poquito más de rodaje y algún jugador de más calidad en el centro del campo - que bien podría ser Hernanes - Brasil tiene un equipo de mucho futuro. En el lado de Paraguay, pues la verdad es que es un equipo que lleva mucho tiempo haciendo un buen trabajo y nunca le había sonreído la suerte; no me gusta mucho su estilo, pero reconozco que sacan partido a lo que tienen. Aunque ayer no fue el mejor partido que les he visto, la buena defensa y la sobresaliente actuación de Justo Villar - por cierto un muy buen portero, ya me lo pareció en el Mundial - fueron suficientes para derrotar a Brasil. Y bueno, lo de los lanzamientos de penalty de los brasileños, de estudio...
El central Vizcarrondo, protagonista por su gol, ante Alexis Sánchez. |
La otra sorpresa - la más agradable del fútbol sudamericano de los últimos años - es Venezuela. Es un país en clara progresión futbolística, y su juego en éste torneo esta siendo admirable. Aunque aún tienen sus limitaciones, los de Farías hacen un juego valiente, salen a presionar arriba, sin miedo, bien posicionados y con las ideas muy claras. Ayer, ante Chile, hicieron una primera parte soberbia en la que el combinado chileno apenas creó ocasiones de gol y la "vinotinto" se adelantó con un gol de Vizcarrondo en una jugada a balón parado. En el segundo tiempo, el esfuerzo les pasó factura y la presión decayó. Chile ganó en profundidad con la entrada de Valdivia, lo que obligó a Venezuela a recular hasta casi encerrarse en su área, convirtiendo el partido en un asedio; sólo los palos y la falta de acierto de los jugadores chilenos impidió la victoria del combinado de Borghi. Tras el tanto del empate del "Chupete" Suazo, la victoria de Chile parecía más cerca que nunca, pero entonces apareció Cichero - gran Copa América la suya - para desequilibrar el marcador y meter a la "vinotinto" entre los cuatro mejores del continente por primera vez en su historia.
Así es la realidad de Sudamérica; todo el mundo apostaba por Brasil, Argentina, Chile o Colombia para alzarse con el cetro del mejor equipo del continente, pero los modestos se rebelan y pueden con los grandes como nunca antes habían podido, que tendrán que ver lo que queda de torneo por televisión. Algo que sorprende positivamente por un lado, y que invita a los poderosos a una profunda reflexión, por otro.
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