Un jugón menos en la lista, se fue Iván

Se retira, con 35 años, uno de los 

jugadores con más talento que 

ha dado nuestro fútbol

Corría el año 1995. El Dream Team de Cruyff se desmembraba después de dar al Barça la etapa más brillante de su historia, y el técnico holandés buscaba en la casa jóvenes valores para formar un nuevo proyecto. Encontró un grupo de jugadores entre los que destacaba un chico bajito, rapado al cero, de tan sólo 20 años, con el claro sello de La Masía: gran primer toque y una visión de juego fuera de lo común. Aquel grupo se dio a llamar "La Quinta del Mini" o también "La Quinta del Calvo", e Iván De la Peña se convirtió en el centro de todas las miradas.

En sus comienzos en el

Barça, ya lucía su 

característico "look".

Con su número 23 a la espalda, aquel chico nacido en Santander y fichado por el Barça con sólo 15 años, pronto se convirtió en el favorito de la grada. Generó mucha ilusión entre la afición culé y de la selección española, sobre todo por la sociedad formada con Raúl, que también comenzaba a despuntar por esa época en el Real Madrid. Juntos formaron el equipo que disputó el Campeonato del Mundo Sub-20 de Catar en 1995, en el que España partía como gran favorita y que finalmente acabó cuarta, y los juegos olímpicos de Atlanta un año más tarde, también sin el éxito esperado. Esa sociedad pronto se diluyó; el fútbol les llevó por caminos muy diferentes.

Iván De la Peña era un jugador técnicamente muy bueno, con una visión de juego excepcional, capaz de inventar un pase en un hueco casi inexistente, uno de los mejores pasadores que haya visto nuestro fútbol. Sin embargo, nunca llegó todo lo alto que apuntaba en sus inicios, por varias razones. Táctica y defensivamente tenía carencias, no manejaba la pierna izquierda y su afán por intentar el pase imposible no gustó a muchos de sus entrenadores. En mi opinión, tampoco tuvo suerte por la época en la que jugó; tal vez su juego se adaptaría mejor al Barça de ahora que al de aquella época.

En el Espanyol, De la Peña

ha jugado los mejores años

de su carrera.

Tras irrumpir en 1995 fue de más a menos en el primer equipo, hasta que fue traspasado por Van Gaal en 1998 al Lazio por unos 2500 millones de pesetas - alrededor de 15 millones de euros. Tampoco triunfó en el fútbol italiano, demasiado físico para sus condiciones, y volvió a España a jugar en el Espanyol en 2002, tras una temporada de cesión en el Olympique de Marsella y otra en el Barça. En esta época se vio tal vez al De la Peña más maduro en el que ofreció un gran rendimiento, el más regular de su carrera, y al fin debutó con la selección española en 2005, volviéndose a reencontrar con un viejo conocido: Raúl. En su palmarés destacan la Liga conseguida con el Barça en 1998 y 3 Copas del Rey, la última en 2006 con el Espanyol, en la que fue protagonista. Es una pena que los dos últimos años de su carrera los haya pasado más tiempo en la enfermería que en los terrenos de juego; nos ha impedido disfrutar un poquito más de sus pases milimétricos y su fútbol. Toca quitarse el sombrero, se retira un auténtico jugón, así que para la temporada que viene tendremos uno menos en nuestra lista.