Vuelo hacia la salvación

Baptista y Rondón hacen que el

Málaga vuele hacia la salvación.

El Málaga saltaba esta tarde al césped de La Rosaleda con la obligación de ganar para seguir alejándose del descenso y de paso dejar tocado a un rival directo en la lucha por la salvación como el Hércules. Sin embargo, las cosas empezaron a torcerse demasiado pronto; ya viene siendo habitual esta temporada que en los partidos de casa, con rivales directos y jugándoselo todo, el equipo tenga faltas de concentración y conceda goles demasiado fáciles a los rivales. Algo que Pellegrini debe corregir si quiere que éste llegue a ser un equipo importante.

El caso es que el paraguayo Valdéz - por cierto un jugador interesante con movilidad y gol - remató al fondo de la red un buen centro desde la derecha antes de que se cumpliera el cuarto minuto de partido para adelantar a los alicantinos, y el Málaga, otra vez a remar a contracorriente. La diferencia con respecto a otros momentos de la temporada se llama Baptista. El brasileño es un jugador de otro nivel, da un salto de calidad a este equipo: hace una labor de enganche con Rondón y Seba Fernández que casi no había existido en toda la temporada y aporta un plus de pegada que muy pocos equipos en esta Liga tienen. Así, sólo un minuto después del tanto del Hércules, Duda puso un balón desde la izquierda al primer palo y Baptista se anticipó de cabeza para empatar el partido.

Desde entonces el Málaga se hizo con el control del balón y del juego, con el Hércules, que también se mostró valiente, contraatacando con peligro de vez en cuando. El partido se desniveló con la expulsión del jugador del Hércules Fritzler, que a mi me pareció rigurosa, y el consiguiente penalty que pareció fuera del área. Por una vez el fútbol fue justo y Apoño envió su lanzamiento a la madera; y una vez más volvió a ser justo unos minutos después cuando Eliseu puso un centro desde la izquierda a pie cambiado para que Salomón Rondón volara y, en una posición difícil, sacara un gran remate para poner al Málaga por delante. La Rosaleda rugió primero y respiró después cuando Baptista volvió a elevarse en el aire para hacer el tercero y cerrar el partido. Era el cuarto gol de cabeza de la tarde, que hacen que el Málaga vuele hacia la salvación.