El fútbol es un deporte lleno de momentos emotivos, grandes. Seguro que pocos deportistas han soñado como Andriy Shevchenko (Dvirkivschyna, Ucrania, 1976) con uno como el que se vivió ayer en Kiev en el encuentro ante Suecia. En el esperado debut en su Eurocopa, un evento que ha sido catalogado como el más importante en la historia de Ucrania desde su independencia, y que una de las figuras más importantes que ha dado el fútbol europeo en los últimos quince años no ha querido perderse por nada del mundo. A punto de cumplir 36, la leyenda del fútbol ucraniano ya no tiene la velocidad de antaño, pero sigue teniendo intacto eso que hace a los grandes delanteros: el olfato.
Shevchenko, leyenda viva del fútbol ucraniano. |
Tras destacar en las categorías inferiores, debutó en el primer equipo del Dinamo de Kiev el 28 de Octubre de 1994, con tan sólo 18 años; anotó un 1 gol en 17 partidos en su primera temporada, pero su explosión definitiva se produciría al año siguiente. Shevchenko marcó 16 tantos en 31 partidos en su segunda temporada, coincidiendo su eclosión una época dorada del Dinamo de Kiev a las órdenes de Lobanovskyi, que ganaría las cinco ligas siguientes de manera consecutivo. Recibió su primera llamada para el equipo nacional con tan sólo 19 años. En la plenitud de su carrera, Shevchenko era un delantero rápido, de excelente disparo y una muy buena definición en el uno contra uno - con espacios, absolutamente mortal.
Su explosión internacional en 1998 en un enfrentamiento ante el Barcelona. |
En su paso por Milán, Sheva dejó una huella imborrable, y terminó de asentarse como uno de los mejores goleadores del mundo. Se proclamó capocannoniere del Calcio en su primera temporada, con 24 tantos, los mismos que marcó en su segunda campaña en Italia. Tras dos años en los que las lesiones mermaron algo su rendimiento, volvió a erigirse héroe milanista al anotar el penalti decisivo con el que el Milán se proclamó campeón de Europa en 2003 ante la Juventus. Tras ganar aquella Liga de Campeones, viajó a Kiev para depositar la medalla de oro conseguida sobre la tumba del que siempre consideró como a un padre, su técnico del Dinamo, Valeri Lobanovskyi, fallecido en 2002. La leyenda del fútbol soviético y ucraniano había guiado su carrera desde muy joven; cuenta que en su juventud, Shevchenko fumaba hasta 30 o 40 cigarrillos diarios; Lobanovskiy le obligaba a tomar una bebida hecha con nicotina, que le hacía enfermarse, hasta que acabó con su adicción por el tabaco. El futbolista siempre consideró al técnico como una de las claves en su carrera para poder llegar a la cima.
Shevchenko, ganador del Balón de Oro 2004. |
Aquél mismo año también tuvo la oportunidad de jugar el primer gran campeonato internacional con Ucrania, tras haberse quedado a las puertas varias veces en años anteriores. El conjunto ucraniano alcanzó los cuartos de final en el Mundial de Alemania, cayendo ante la campeona, Italia, por 3-0. Shevchenko es el máximo goleador en la historia del combinado ucraniano con 48 goles en 109 apariciones, y el segundo que más veces ha vestido la elástica amarilla de su país hasta la fecha. Tras el Mundial, lo cierto es que su andadura por el Chelsea no fue todo lo bien que se esperaba; sus continuas lesiones y una evidente pérdida de velocidad le impidieron alcanzar su mejor nivel en Londres. Con 22 tantos en 77 partidos, acabó abandonando el club tres años después de su llegada, incluyendo una cesión de nuevo al Milán donde tampoco rindió. En 2009 retornó a su club de origen, el Dinamo de Kiev, dónde aún sigue sumando algunos goles cada temporada a su ya larga lista, a la vez que sirve de ejemplo en el club para los más jóvenes.
Es un tipo comprometido con su pueblo, posee una fundación destinada a recolectar fondos para ayudar a niños sin hogar en su Ucrania natal. Por eso, imagino que llevaba tanto tiempo soñando un momento como éste: "Jugar para Ucrania es aún más importante; es mi país, es mi gente, que me respeta. Juego para la gente. No por nada más, sólo por ellos". Debutar en la Eurocopa, en Kiev, con remontada y con dos goles de la leyenda - Andriy Shevchenko - sin duda suenan al guión del mejor de los sueños.
Es una sorpresa muy grata que un futbolista de 35 años que ya ha abandonado el fútbol de alta competición a nivel de clubes, tenga una actuación tan brillante como la del otro día. De todos modos, no creo que le dé la gasolina para llevar lejos a su Ucrania
ResponderEliminarLos cromos de la otra liga.