Llora El Monumental

Se consumó la noticia; River Plate fue incapaz de remontar el resultado adverso de la ida y jugará en el Nacional B por primera vez en su historia, tras igualar a uno con Belgrano en El Monumental. Y eso que el comienzo fue el soñado por los aficionados millonarios, con un gol a los cinco minutos, obra de un conocido de la afición española, el ex-jugador del Betis, Pavone.

Pavone desperdició un penalty que

disipó cualquier esperanza de 

remontada.

El gol animó a River en el primer tiempo, que se hizo dueño del balón y acumuló ocasión tras ocasión ante la meta de Belgrano, pero los delanteros no acertaron a igualar la eliminatoria, algo que acabaron lamentando. El uruguayo Juan Manuel Díaz se mostraba incisivo por la izquierda, con llegadas peligrosas a la línea de fondo que ni Caruso ni Pavone acertaban a rematar, y Lamela conseguía conectar jugadas entre líneas con peligro por el centro. Belgrano de Córdoba se defendía como podía, en ocasiones con algo de dureza. La salvación parecía entonces al alcance de la mano para los locales, la hinchada apretaba, y el equipo mostraba una soltura y una facilidad para llegar al área que no había mostrado en todo el torneo.

Sin embargo, con el paso de los minutos y la falta de acierto, aparecieron los nervios y las imprecisiones. Belgrano supo aprovecharlo y manejar la ventaja, comenzó a sentirse cómodo en el partido, y además  conseguía tirar contras con peligro, algo que no había hecho en todo el primer tiempo. César Pereyra dio el primer aviso con una clarísima ocasión en la que se plantó sólo ante el guardameta Carrizo, pero mandó su vaselina ligeramente desviada cuando tenía todo a favor. Poco después, una falta de entendimiento entre los centrales dejó un balón muerto a Farré, que empató el partido para Belgrano y prácticamente sentenciaba la eliminatoria, obligando a los millonarios a marcar tres goles para seguir en Primera.

Al final, los jugadores tuvieron que

salir escoltados por la policía.

Justo tras el mazazo, una ligera esperanza inundó a los aficionados de River por un penalty sobre Caruso, pero Pavone lo estrelló contra el cuerpo del meta Olave, disipando así cualquier atisbo de remontada. Los últimos minutos fueron un auténtico drama: las imágenes de televisión iban del juego a los llantos de la grada, a los ojos llorosos del técnico Juan José López o a hombres de peso en el vestuario como Matías Almeyda. El Monumental, escenario de tantas y tantas tardes de gloria, lloraba por el descenso de un histórico. Una vez más, cómo se esperaba, volvieron a aparecer los violentos con graves incidentes y destrozos que comenzaron segundos antes de que finalizara el partido. Los jugadores tuvieron que esperar en el césped, escoltados por la policía, hasta que pudieron retirarse a los vestuarios. Algunos se olvidan de que esto es sólo un juego, y al final, River Plate tendrá que volver a ganarse, por primera vez en sus más de cien años de historia, un puesto en la máxima categoría del fútbol argentino.

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AS