Cuando ya parecía que las cosas se habían calmado tras las polémicas de los clásicos del mes de Abril, Sandro Rosell ha vuelto a levantar polvareda al acusar al Real Madrid de juego sucio durante la última temporada que, según el presidente del Barça "traspasan la frontera de la rivalidad". La respuesta del club de la capital no se ha hecho esperar, con un comunicado en su web en las que califica las acusaciones de Rosell de "desafortunadas y motivadas por un entorno mediático que demanda agresividad hacia el Real Madrid".
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Con su comunicado, el Barça vuelve reabrir un tema que ya está pasado. |
Vayamos por partes. Por un lado me parece que las declaraciones de Rosell están fuera de lugar. Es cierto que la política institucional del club blanco con Mourinho no ha sido muy acertada según mi punto de vista, cómo ya comenté en otro post hace no demasiado. Pero la temporada acabó y el Barça consiguió sus objetivos, por lo que todo lo demás es pasado y no tiene más sentido removerlo de nuevo. Hacerlo lo único que fomenta es el odio entre las aficiones, las tensiones entre las instituciones y los jugadores, que luego llevan a espectáculos tan lamentables como los que pudimos ver en los clásicos. Y luego hay algo algo más importante aún: la responsabilidad. Los entrenadores, jugadores y presidentes se olvidan a veces de que sus discursos pueden tener un efecto desproporcionado sobre una gran cantidad de personas y la violencia es una dinamita que necesita poco para encender la mecha. Por eso no entiendo que Rosell remueva ahora un tema que ya es cosa del pasado y que no conduce a ningún sitio más que a reabrir viejas heridas.
Por esta misma razón, tampoco estuve de acuerdo en las denuncias del club a Mourinho en su momento, ni en la respuesta del Madrid por conducta antideportiva de los azulgrana, sobre todo porque entendí que lo que ocurrió en el clásico estuvo mal por parte de los dos y nadie se salvó, así que me pareció absurdo que alguno se atreviera a demandar al otro; fue todo bastante lamentable. Contribuyó a agrandar un tema que ya venía cargado fundamentalmente por las provocaciones de Mourinho y la poca o nula rectificación del club madridista y ahora el Barça, a través de su presidente, vuelve a hinchar de nuevo un globo que parecía que se había desinflado con el paso de las semanas, reabriendo una polémica que hace un flaco favor al fútbol.
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