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El Sevilla se queda fuera en ronda previa por segundo año consecutivo. |
Este verano, las habitualmente tediosas eliminatorias europeas en las que se suelen enfrentar algún rezagado de las grandes ligas contra un equipo de medio pelo de alguna otra liga del continente - en las que casi siempre se clasifica el favorito - han dado paso a algunas sorpresas destacadas en la Europa League. Por desgracia, en una de ellas está implicado uno de los nuestros, el Sevilla; Marcelino arranca así con mal pié su andadura en el banquillo de Nervión. Y es que el equipo sevillista mostró unos defectos parecidos a los que ya se vieron la temporada pasada con Manzano, con dificultades para controlar los partidos y falta de consistencia defensiva. La incorporación de Trochowski puede ser interesante en la medular, pero la mesa parece "coja" a la espera de que su mejor socio, el croata Rakitic, se recupere de su lesión. Navas y Perotti son dos grandes alas que no terminan de encontrar su mejor forma, y eso hace hace del Sevilla un equipo plano en la creación y muy mejorable en la presión, con muchos altibajos en el juego. Y enfrente tenía al Hannover 96, muy alemán, ordenado y disciplinado, y eso fue suficiente para dejar fuera al equipo español. Empatando a uno en el Sánchez Pizjuán, haciendo valer así su victoria por 2-1 en el partido de ida. Es la segunda decepción europea consecutiva del Sevilla tras la eliminación ante el Braga del año pasado. Mucho tiene que trabajar Marcelino para que éste equipo no cometa los mismos errores de la pasada temporada y justifique la ilusión que había despertado en la afición sevillista durante la pretemporada.
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Luis Enrique ha quedado muy tocado por la eliminación de la Roma y por su supuesto enfrentamiento con Totti. |
La otra gran sorpresa de las eliminatorias previas de la Europa League ha sido la eliminación de la Roma de Luis Enrique. Además, el asturiano no ha salido bien parado en la prensa italiana por su supuesto enfrentamiento con el capitán del equipo, Francesco Totti, tras sustituirle en ambos partidos cuando el marcador era ajustado. Es cierto que un jugador de la calidad de Totti puede resolver un partido en cualquier momento y debe estar en el campo cuando el equipo necesita marcar, pero no es menos cierto que a sus 35 años el delantero italiano hace tiempo que pasó su mejor momento físico; seguramente no esté ya para 90 minutos y Luis Enrique lo sabe, pero convencer a un jugador con el ego de Totti y a una afición tan radical y volcada con su capitán como la romanista puede ser una batalla casi perdida. De momento, la figura de Luis Enrique ha quedado debilitada tras la inesperada eliminación, así que deberá conseguir resultados pronto para ganarse el respeto del fútbol italiano y poder respirar tranquilo.
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