Frustración permanente lejos de La Rosaleda

La imagen del Málaga fuera de casa

volvió a ser frustrante.

Es así, el Málaga tiene la fea costumbre de echar por la borda fuera de casa lo que se gana en La Rosaleda con bastante esfuerzo. Y lo peor es que, aunque se puedan discutir algunas cosas, la mayoría de las veces tampoco se puede decir que haya sido de manera injusta. Al equipo fuera de casa no le acompaña casi nada; ni el juego - equipo plano, partido, posicionalmente desordenado - ni la cabeza - volvió a quedarse con diez con demasiada facilidad, y no se cuantas veces van ya - ni siquiera el acierto, ni la suerte - ante el Granada volvió a tener ocasiones para haber matado el partido, sobre todo en la primera parte. En resumen, un Málaga que volvió a conceder demasiado, al que da la impresión de que se le puede ganar con muy poco lejos de La Rosaleda y que a fin de cuentas sigue siendo frustrante como visitante.

Sin quitar mérito al partido del Granada, que fue un equipo luchador y entusiasta que supo aprovechar sus ocasiones, lo cierto es que tampoco su fútbol fue gran cosa hoy en el Nuevo Los Carmenes. Pero es que el Málaga no fue mejor, al menos en el juego. Sí lo fue tal vez en ocasiones de gol, pero es que como digo, ni siquiera el acierto acompaña a éste equipo lejos de su estadio. Fuera de casa el equipo parece lento, descolocado, sin agresividad. Buena parte del problema radica en mi opinión en una línea defensiva que se acula demasiado atrás y deja a su línea de presión a cincuenta metros de distancia y en el que un fuera de juego bien tirado viene siendo una de aquellas casualidades de la vida. Con tanta distancia entre líneas, los delanteros rivales viven en un paraíso terrenal de unos y dos contra uno al que sacan goles, muchas faltas peligrosas y buenas dosis de nerviosismo en el contrario.

En mi opinión, la solución pasa por juntar las líneas; eso tal vez requiera empezar los partidos un poquito más retrasado y que el equipo se vaya moviendo más en bloque, ganando confianza poco a poco hacia adelante. Y tal vez veamos algunos minutos feos, pero el equipo dará una mayor sensación de solidez y no parecerán pollos sin cabeza detrás del balón en la presión. Y luego, recuperar las bandas. Es sorprendente que con jugadores como Duda, Cazorla - que andan perdidos en tierra de nadie en éstos momentos y que podrían aprovechar sus condiciones en banda, una posición que conocen bien - o Monreal y con rematadores como Rondón y Van Nistelrooy, éste equipo utilice tan poco el recurso de la línea de fondo. Se empeña en un juego plano por el centro para el que no tiene ni precisión ni velocidad en éstos momentos, que le da resultado en casa porque roba el balón más arriba gracias a una defensa juega con menos miedo y adelanta unos metros su posición. Sea cómo sea, algo habrá que cambiar, porque el equipo muestra los mismos síntomas a domicilio partido tras partido, y por alguna razón se olvida de muchas de las cosas que sí hace bien en casa, dando una imagen absolutamente frustrante.

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20minutos.es