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lunes, 25 de junio de 2012

Tanda de penaltis

Por en Madrid, España a las


El penalti, esa acción del partido tan deseada… pero tan temida… Que otorga la gloria a los pequeños y pude acabar con los gigantes…el penalti…ni contigo, ni sin ti. Mucho se ha hablado esta semana del penalti…pero…¿saben los profesionales del fútbol enfrentarse a un penalti?.

Este sin duda ha sido un año de penaltis...como el fallado por Ramos en la última Liga de Campeones…o los que decidieron la final de la Champions…tanda que podría haber evitado Robben pero que acabó encumbrando a Drogba el mismo año que había perdido en una tanda de penaltis la que iba a ser su primera Copa África

Y es que el penalti cobra su máximo poder en las temidas tandas que según Blatter, están en peligro de extinción, pero que siguen dando sus…¿últimos? coletazos de alegría y de mucha…mucha tristeza en el mundo del fútbol. 

Tristezas como la de aquella Champions perdida por el Valencia en 2001 o las que nos dejó la Roja en el 96 o 2002; o alegrías, como la de la última Euro 2008 frente a Italia o la del ‘Spanish Liverpool’ de Benítez; y algún que otro descubrimiento como el penalti indirecto de Cruyff o el que dio nombre a un estilo… el de Panenka.


Da igual la categoría, el campeonato, la edad, el sexo, los espectadores, la repercusión mediática… en peligro de extinción o no, la tanda de penaltis sigue siendo el punto de conexión del fútbol mundial, el elemento unificador en el que sin duda, por encima de la técnica, el golpeo, la potencia o la colocación…es la cabeza y nunca el corazón el factor decisivo.

El ejemplo los hemos vivido esta semana en dos estadios muy diferentes. El primero, está en una ciudad donde se ponen la alegría por bandera y la sonrisa es un medio de vida: Cádiz. En la tacita de plata se jugaban el ascenso a 2ª división el equipo local y el CD. Lugo. El 3-1 de la ida y el 3-1 de la vuelta hicieron que ocurriera lo inevitable… la tanda de penaltis.

Si han tenido la oportunidad de ver esa fatídica (para el Cádiz) tanda, lo habrán notado: los que fallan…nunca, repito, nunca mantienen la mirada ni al portero ni a la portería y la mayoría apenas usa más de una milésima de segundo para echar un vistazo a  lo que se enfrenta. Una historia que se repitió horas después a cientos de kilómetros de la costa andaluza…en Ucrania, en el Olímpico de Kiev, lugar donde se jugó el último partido de cuartos de final de, ni más ni menos, una Eurocopa.

Tras aguantar el 0-0 inicial, Inglaterra se encontró con un regalo (o eso creían), la tanda de penaltis. Expertos en fallar en estas ocasiones, la de ayer no fue diferente. Inglaterra volvió a marcharse de un campeonato europeo sin jugar semifinales y tras una tanda de penaltis. Desde aquí, les invito a que sigan esta repetición de la tanda y comprueben lo que les digo de cada lanzamiento, no les dejará indiferente:

1-0   (Gol Balotelli)

Balotelli fue el primero en lanzar. Compañero de Hart en el City, nada desvió su atención, por más que el guardameta inglés lo intentara. El polémico delantero italiano fue fiel a su fama eligió ser el primero y si se fijan en el vídeo nunca deja de mirar la portería salvo para colocarse antes de lanzar.

1-1 (Gol Gerrard)

Gerrard asume el primer tiro inglés como gran capitán que es. Especialista en penaltis, no es tan osado como Balotelli pero demuestra claridad e intercala miradas seguras entre el balón y ‘diana’. Es curioso, pero aquí notamos el primer detalle, cuando el árbitro pita Gerrard echa un último vistazo a la portería… algo que será definitivo en otros penaltis.

1-1   (Fallo de Montolivo)

Segundo penalti. Con dos goles, la responsabilidad le vino grande a Montolivo. El mediapunta acude cabizbajo hacia el punto de penalti, sin convicción, jugando con el balón en las manos, nervisos. Coloca el cuero en el punto fatídico, camina hacia atrás sin dejar de mirar la bola y en un leve levantamiento de mirada de no más de dos milésimas de segundo fija diana…. Tiempo insuficiente, el árbitro pita y sin volver a mirar al frente, Montolivo tira el balón fuera.



2-1 (Gol Rooney)

El ‘previo’ de Rooney es parecido al de Montolivo. Se acerca al punto de penalti con el balón en las manos, lo coloca y quizás para aplacar nervios o ganar confianza (o quién sabe si porque se acordó de aquel penalti de Beckham en 2004) pisa el lugar donde pondrá el pie de apoyo previo al lanzamiento. Su vuelta para tomar distancia es igual a la del italiano pero su reacción al pitido del árbitro, muy diferente. Mira el balón, sube la cabeza a penas un segundo, arquea una ceja sin ofrecer ningún síntoma de duda, apunta y gol. El Red Devil es un especialista.

2-2 (Gol Pirlo)

Y llegó el momento por el que las tandas de penaltis merecerán la pena siempre. Pirlo avanza desde el medio campo, ve el balón en su trayectoria y tras intentar elevárselo con los pies decide agacharse y cogerlo con las manos. Lo sitúa en el punto de penalti, pisa el punto de apoyo y habla con el árbitro que le da alguna indicación. Finalmente, levanta la cabeza y ya, ya está dentro. Pirlo no vacila, mira directamente a la derecha de Hart, en hasta dos ocasiones, saca la lengua, retrocede, escucha el pitido y lanza…¿A la derecha del portero? No, lo hace picado… y por el centro… un ¡penalti a lo Panenka! Justo en el momento más crítico, cuando su equipo va por detrás en el global, el maestro Pirlo da una lección de veteranía, saber estar, clase y valor (por no decir huevos). El lanzamiento supone un vuelco a la moral de la azzurra y en mi opinión fue la clave para la victoria final.

2-2 (Fallo de Young)

Pirlo descoloca a todos. Young no es menos. El inglés no mira ni una vez a puerta ni al portero. Sabe donde va a tirar, pero desconoce donde irá el balón. Buen lanzamiento, pero se estrella en el travesaño. Aún crees que fue…¿culpa de la técnica?.



3-2 (Gol Nocerino)

Como si del mismo Pirlo se tratase Nocerino coge la pelota y pisa la base del punto de penalti como el maestro. Tiene claro lo que hará. Posa el balón en el punto de penalti y echa una última mirada a la portería. Retrocede, el árbitro pita y tras una corta carrara con amago incluido y sin dejar de mirar a Hart, el delantero del Milán clava el balón a la derecha del guardameta inglés que se tiró a la izquierda.




3-2 (Fallo de Cole)

Turno del lateral izquierdo del Chelsea. Su gol sería decisivo y daría la tranquilidad pero su pose es la misma que la de su compañero Young. Mordiéndose y humedeciéndose continuamente los labios, Cole se dirige al punto de penalti con la mirada perdida en el infinito. Coloca el balón y se retira un par de metros. El árbitro pita y tras un par de zancadas a medio camino entre lo que es andar rápido y correr lanza un tiro flojo y raso a la izquierda de Buffon que dedica su fácil parada al ahora eufórico Montolivo.





4-2 (Gol Diamanti)

Y llega el que será último penalti, turno para el revulsivo de Prandelli. Diamanti que impuso su ritmo en la segunda parte y la prórroga del encuentro se disfraza de Grosso para disponerse a dar el pase a semifinales a su selección. Ante un desdibujado Hart (que sigue sacando la lengua a sus rivales, esta vez sin mucho ánimo) Diamanti acude a su cita con el punto de penalti con la confianza por las nubes y que finalmente se traduce en un zurdazo a la derecha de Hart que da la deseada clasificación.





Revisa todo lo escrito y dime si no te da la misma sensación que a mí. Es más, os animo a que volváis a ver otras tandas de penaltis decisivas y hagáis el mismo ejercicio: os aseguro que el resultado será muy parecido. Así, para mí, el que gana, ya sea durante los 90 minutos reglamentarios, los 30 de la prórroga o el último penalti que pega en un palo y entra, es siempre el que más lo ha merecido y lo merece. Enhorabuena Italia, felicidades Lugo.

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