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Tras varios partidos sin marcar,
Cristiano Ronaldo hizo tres en
15 minutos al Málaga.
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Mucha expectación había generado en Málaga la visita del Real Madrid para enfrentarse al reforzado equipo de Pellegrini. El encuentro había sido calificado por la prensa madrileña como el "primer test serio" del equipo de Mourinho en Liga ésta temporada, y lo cierto es que el equipo blanco volvió a dejar claro que en éstos momentos anda varios escalones por encima. Tal vez por la presión añadida de la prensa, tal vez porque el Málaga no supo encarar un partido de éste nivel con la concentración suficiente, lo cierto es que el Madrid salió enchufado desde el inicio, y pasó por encima del equipo blanquiazul en la primera mitad. Presionó arriba, robó el balón con facilidad en tres cuartos de campo, e impuso un ritmo rápido y eléctrico que evidencian el buen momento de forma por el que pasa. Y además, con una contundencia brutal. El enrachado Higuaín abrió el marcador a los diez minutos y Cristiano Ronaldo se encargó de sentenciar el choque con tres golazos que derrocharon potencia y clase - especialmente el cuarto del partido, un lujazo con la espuela a la salida de un córner.
Ante éste ritmo, el Málaga se mostró desordenado, despistado en la marca y superado por el nivel del partido. No supo agarrarle el ritmo al juego, perdía el balón con facilidad ante la presión agobiante del rival, y no encontraba la conexión con Rondón para la salida del juego. Con el paso de los minutos entró en un corre-calles del que salió muy mal parado, lógico cuando juegas ante un equipo con la pegada del Madrid. Sólo las acciones individuales de Joaquín - el mejor del Málaga en el partido - pusieron algo de peligro sobre la portería de Casillas en la primera mitad.
Tras el descanso, el equipo de Mourinho aflojó la presión para buscar la contra y el Málaga empezó a mover el balón con más criterio. Entonces comenzaron a verse algunos de los buenos detalles que éste equipo tiene, pero sin puntería. Acumuló una buena cantidad de ocasiones en el segundo tiempo - dos lanzamientos a la madera incluidos - que pudieron haber maquillado un poco el resultado, pero la conclusión seguiría siendo la misma. El partido se pareció demasiado al de la pasada temporada, cuando había mucho peor equipo, lo que indica que el Málaga tiene aún un largo camino por recorrer para estar al nivel de los grandes. Eran ya veintisiete años sin ganar al Madrid y había esperanzas en que ésta vez se acabaría con la racha, pero viendo el partido de ayer, uno no puede evitar tener cierta sensación de déjà vu.
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