El entrenador del Real Madrid ha vuelto a ser protagonista en rueda de prensa tras una derrota, y van ya ni se sabe cuantas. Además, el Bernabéu parece dividido entorno a su figura. Con su estilo ya habitual, cargando contra todo y contra todos, Mourinho despierta repulsa y admiración a partes iguales. Pero, ¿cuánto puede tensarse la cuerda sin romperse?.
G
"Después de más de diez años de carrera, no me sorprende que estos temas hayan vuelto a saltar en una rueda de prensa del portugués. Forman parte de su circo, es el método Mourinho".
anar a cualquier precio. Cuando alguien tiene esas palabras en su cabeza es que está dispuesto a jugar al límite, y es indudable que Mourinho juega al límite: al límite con la prensa, al límite con sus jugadores, al límite con el club...y eso se refleja en sus equipos, que siempre dan el máximo, que al fin y al cabo es el objetivo principal de un entrenador. Pero, aunque su fórmula es de éxito demostrado, tanta presión acaba teniendo un desgaste inevitable.Y es que llevando la presión tan al límite, consigue el plus para mantener todas las parcelas que controla enchufadas. Sabe utilizar esa relación de amor-odio con la prensa para sacar beneficio - aunque la tendencia natural de cualquiera hacia alguien tan conflictivo es de repulsa, me parece que Mourinho genera fundamentalmente dos cosas: la primera, titulares sustanciosos casi en cada comparecencia, algo que la prensa adora; la segunda, un cierto respeto, porque muy pocos se plantan en una rueda de prensa con aire tan desafiante, y tanta seguridad en su discurso. No es lo normal. Porque si una habilidad indudable tiene Mourinho es la del poder de convicción; es un tipo que transmite, capaz de poner de su lado a una parte muy importante de la opinión pública, eso que llamamos entorno. Sólo así consigue el tiempo y el crédito para ejercer esa presión que busca, y tensar la cuerda más allá del punto en el que a otros se le rompe. Y tensa esa cuerda con algunos ticks recurrentes, que cualquiera que haya seguido su trayectoria puede observar como se repiten una y otra vez. Los árbitros, el calendario, las acusaciones a otros sin nombrar...armas ya habituales en su manido discurso para tratar de presionar o desviar la atención, según convenga, llevar el debate adónde le interesa. Después de más de diez años de carrera, no me sorprende que estos temas hayan vuelto a saltar a una rueda de prensa del portugués, justo después de una derrota. Forman parte de su circo, es un método, el método Mourinho.
Ahora bien, este método tiene para mí el inconveniente de producir un desgaste de consecuencias inevitables. Me cuesta creer que éste sea viable a largo plazo en ningún sitio, menos aún en un club exigente también con la imagen como es el Madrid. Porque que esas guerras continuas en las que Mourinho parece moverse tan bien, acaban poniendo en entredicho su imagen - y por extensión también la imagen de su propio club - ante esa parte de la opinión que no acata su discurso. Son las consecuencias de jugar al límite, que implica traspasar de vez en cuando la frontera. Y por el apoyo que recibe de la directiva, que sigue a pies juntillas lo que dicta su técnico, está claro que Florentino Pérez también busca ganar a cualquier precio. Mientras pueda.
grande mou el es el elegido para traernos la decima
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