Fútbol de salón, análisis del Sevilla-Barça

Xavi, que hizo un gran partido marcó

el primer tanto, de falta.

Una de las cosas que más me llama la atención de éste Barça es que es un equipo atípico, que huye de la mayor parte de las tendencias que impone el fútbol actual. En contra de la inmensa mayoría, se mueve mejor en espacios reducidos, dónde la precisión se impone al poderío físico. Si por ellos fuera, adelantarían su portería para jugar sólo en la mitad del campo; algo así consigue cuando te presiona arriba, junta las líneas, juega cerca del área rival y con poco espacio, cómo sucedió en la primera parte ante el Sevilla. Cuando el juego requiere la precisión de un cirujano, el Barça hace un fútbol de salón.

Muy enchufado salió el equipo de Guardiola al partido, en lo mental y en lo físico, y lo demostró en unos primeros cuarenta y cinco minutos realmente brillantes. Recuperando el balón muy arriba, como le gusta, anticipando la jugada, y personificado en un Xavi magistral - muy mejorado al de hace un par de meses - que ofreció un curso en el medio campo de posicionamiento, de dominio del espacio y de manejo del timón. Dio velocidad al juego cuando debió, aguantó el balón cuando tocaba y volvió a demostrar que sigue siendo una pieza fundamental en éste equipo. Y además, añadió a su repertorio un gran gol de falta ante el que Palop poco pudo hacer a pesar de la estirada. 

Mucho y poco más puede añadirse a lo que hizo el Barça en los primeros cuarenta y cinco minutos. Mucho porque varias fueron las cosas que el equipo azulgrana hizo para convertir la primera mitad en casi un monólogo sólo interrumpido por una falta de entendimiento entre Piqué y Valdés que Manu del Moral estrelló en el larguero; pero poco porque algunas reflexiones son las de siempre - Messi volvió a marcar su enésima maravilla de gol. El Barça fue muy superior en la primera mitad, y el mérito del Sevilla fue defenderse y aguantar el temporal como pudo, que no fue poco. Y no perderle la cara al choque.

A la vuelta del descanso, el panorama cambió. Entiendo que en un intento de dormir el partido, el Barça reculó y llevó la línea de presión al medio campo y el Sevilla se vio entonces animado por la posibilidad de ver la meta de Valdés algo más cerca. Jesús Navas comenzó a ganar protagonismo en la banda derecha, encarando con peligro y un par de buenas llegadas de Manu del Moral - el mejor sevillista ayer - hicieron creer en ésa posibilidad con más fuerza. Un gol que nunca llegó podría haber cambiado el signo del partido y el Barça, en mi opinión por un intento de dormir el juego mal interpretado, relajó demasiado su presión y eso le costó perder el control en algunas fases. Es cierto que eso le permitió lucir su juego a la contra, pero dudo que las ocasiones que tuvo el Sevilla estuvieran en el plan de Guardiola. En cualquier caso, las sensaciones que dejó el Barça fueron en general buenas, y parece que el equipo está cada vez más entonado en lo físico y más centrado en lo mental.

Algunas claves del partido...

1 El Barça muy enchufado. Al ritmo de Xavi, jugó unos primeros cuarenta y cinco minutos primorosos. Presionando arriba, anticipando, moviendo el balón con rapidez y precisión. Y con la brillantez de Messi, que volvió a dejar una nueva maravilla en su catálogo.

2 Tras el descanso, a dormir el partido. A la vuelta de vestuarios, el Barça retrasó su presión e intentó mover el balón sin arriesgar demasiado. Eso dio la oportunidad al Sevilla de meterse de nuevo en el partido y encontrarse más cómodo.

3 Un gol que cambiara el signo. El Barça perdió el control en algunas fases del segundo tiempo y el Sevilla tuvo algunas buenas ocasiones para hacer gol. Un gol que podría haber cambiado drásticamente el signo del partido...y que no llegó a producirse.