Submenu

¿nos sigues?

jueves, 17 de julio de 2014

Tomás Reñones, un pez fuera del agua

Por a las > Sígueme en @Lazaro_FC

De capitán del Atlético al calvario de la cárcel. Su relación con Jesús Gil le llevó a embarcarse en un mundo donde no había entrenamientos diarios, ni vestuarios, ni patadas a un balón. Y en ese mundo, no todos se mueven como pez en el agua.
L
"Organizó competiciones deportivas entre los presos, una especie de Olimpada con diversos deportes".
os que tengan ya unos años seguro recuerdan a Tomás Reñones (Santiago de Compostela, 1960). Aguerrido lateral derecho y capitán del Atlético de Madrid durante los 80 y buena parte de los 90. Fue internacional con España en 19 ocasiones, y participó en el Mundial de México 86. Tras 14 temporadas de rojiblanco se retiró en 1997, poco después de conseguir el doblete, y su buena relación con Jesús Gil le llevó a aceptar un puesto en la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Marbella, que dirigía el entonces presidente atlético. "A mi llegada, faltaban instalaciones, no había piscina, todos los campos eran de tierra y sólo se celebraban una docena de eventos deportivos. Cuando me fui, había piscina, diez o doce campos de hierba artificial, setenta u ochenta eventos deportivos, eventos internacionales...", asegura. Se convirtió en alcalde accidental en 2006 por la detención de la alcaldesa, Marisol Yagüe.

La explosión del caso Malaya le impactó de lleno. Ingresó en la prisión de Alhaurín de la Torre en Junio de 2006, y allí organizó competiciones deportivas entre los presos, una especie de Olimpiada con diversos deportes: fútbol, baloncesto, tenis, trivial, dominó...incluso formó su propio equipo, denominado HDT, cuyo significado se guarda como algo personal entre sus integrantes. Después de abonar los 50000 Euros de la fianza, Tomás Reñones quedó en libertad 4 meses después, pero su camino ante la justicia no había hecho más que comenzar. Dos años más tarde volvió a ingresar en prisión, pero obtuvo el tercer grado al mes siguiente.

El pasado Octubre fue nuevamente condenado a 4 años de cárcel y 300000 Euros de multa por delito continuado de cohecho. El ex-jugador admitió haber recibido sobres con dinero, aunque lo atribuye a "sus crecientes responsabilidades en el Ayuntamiento", y sostiene que "nunca ejercí de político, muchos no sabíamos nada de lo que ocurría allí". También niega haber recibido compensaciones por desplazamientos ficticios, y consiguió ser absuelto de los delitos de prevaricación y malversación. Sigue defendiendo su inocencia, y su trabajo en el ayuntamiento de Marbella, con la esperanza de que algún día alguien "ponga cordura y reconozca nuestro trabajo allí".

No hay comentarios:

Publicar un comentario