Cuando le preguntaban si alguna vez se sentaría en el banquillo del Calderón, él con una sonrisa, afirmaba sin duda que algún día volvería, pero todo a su tiempo. Después de foguearse unos años en Argentina y su experiencia en el Calcio, llegó su momento, su tiempo.
El efecto Simeone
A estas alturas de la película,
se podría decir que el fichaje más acertado en la era de Cerezo ha sido
Simeone, el gran jefe que se esperaba desde hacia tiempo.
Llegó como apaga fuegos (y calmar
la ira de los aficionados) de una mala temporada, otra más, donde se encontró
con un equipo que a mitad de la liga estaba a 4 puntos del descenso y eliminado
de la copa del Rey por un conjunto de 2ºB…. y se puso manos a la obra, con lo
que tenía, a plasmar su idea de fútbol, un equipo bien juntito, sin dejar
espacios, que presionaba arriba para robar la pelota y que no cometiera fallos
atrás… ¿El resultado? Campeón de la Europa
League (estableciendo la mejor marca de victorias seguidas en
Europa) y acabando 5º clasificado en la
Liga , a dos puntos de la Champions League.
En su primera temporada completa
al mando del club del Manzanares, se puede decir que ha sacado matrícula de
honor.
Empezó humillando al campeón de
Europa en Mónaco, hizo la mejor vuelta del equipo en la historia de la
liga, ganó la 10ª copa del rey para el
conjunto rojiblanco y consiguió dejar al equipo tercero en la liga (máxima
aspiración real hoy por hoy) con el record de puntos conseguidos por un tercer
clasificado, resultado que le otorga plaza directa a la máxima competición
continental después de 17 años sin conseguirlo. Pero el máximo logro conseguido
por Simeone no es un trofeo, ni subirá al palmarés del club, no, es una
sensación.
La sensación de grandeza que
históricamente ha envuelto a esta entidad, recordando épocas donde luchaba por
ser el primer equipo de España con el Real Madrid y contra un emergente
Barcelona. Por títulos, por masa social, por historia, por un sinfín de
razones, es lo mínimo que se le debe exigir a este equipo, que empezó a
convertirse en un cualquiera con la apropiación indebida del club por unos
dirigentes que fueron condenados por ello, y que actualmente, siguen en la
cúpula del club.
Desde entonces, una liga
conseguida por doce del F.C. Barcelona, equipo que en esa época tenía solamente
un título liguero mas. Pero no acaba aquí la barbarie de resultados, el
Valencia en 2 ocasiones y el Deportivo de la Coruña en otra consiguieron alzarse con un título
liguero también, mientras que el Atlético de Madrid bajaba a 2ª division,
costándole 2 años vover y ya en primera era zarandeado por equipos que
históricamente estaban a años luz (con todos los respetos).
Pero como en todo mal sueño, siempre hay un despertador que te hace volver
a la realidad, y aunque sea tarde, lo importante es levantarse.
La décima
Ya lo reza la canción que se
corea desde el fondo sur del Vicente Calderón: “Volveremos volveremos,
volveremos otra vez, volveremos a ser campeones, como en el 96” y así fue, después de 17 años (período más largo
en su historia sin haberlo conseguido) y tres finales perdidas por el camino
contra Valencia (1999), Español (2000) y Sevilla (2010) como el Atlético de
Madrid se hizo con la famosa décima copa del Rey, haciéndolo en un lugar donde
las victorias valen por 14 años sin lograrlo y contra un equipo que te hace
entrar en la historia, el Real Madrid.
Lo cierto es que ese espíritu que
tenía el Atlético del doblete fue invocado por toda la parroquía rojiblanca para
este día, una cita soñada con un rival que solía acabar en pesadilla…
Pero esta vez no, esta vez la
ilusión, el grupo, la humildad pudieron con la prepotencia, la individualidad y
el talonario.
No sería justo obviar que el Real
Madrid podría haberse llevado la final tranquilamente, adelantándose en el
marcador (siempre Cr7) y posteriormente, tras el empate del Atlético, encontrándose
con la madera hasta en tres ocasiones antes de llegar al final del tiempo
reglamentario, Para esas alturas del
partido, el Atlético se sentía cómodo, había llevado el partido donde le
interesaba, había continuos parones, ambos equipos rascaban y no había mucho fútbol, algo al actual
Atlético le viene de perlas.
En el tiempo extra y con el
convencimiento de Simeone, como reconoció en la posterior rueda de prensa, el
Atlético sabiéndose en superioridad física respecto al rival, se lanzó a por el partido y obtuvo el premio en un
cabezazo rematado por Miranda (¿O era Pantic?) que llevó al éxtasis a los
colchoneros. A raíz del gol, desquicios por un lado y actuaciones estelares por
otro (Courtois, salvador) hasta llegar al pitido final, donde se consumó la
victoria rojiblanca, victoria que contra todo pronóstico cortó la racha de 14
años sin ganar al eterno rival y que alargaba otra, la de finales que los
vecinos de Chamartin no ganan al conjunto de la ribera del Manzanares en su
propio estadio.
Sin Falcao también hay paraíso
Como cada año en este club y con
la excusa de la deuda, se aprovecha para vender a los mejores jugadores y de
paso, y porqué no decirlo, llenarse un poco más los bolsilos con las comisiones
por estos.
Este año le tocó a Don Radamel
Falcao, uno de los mejores 9 que han pasado por el club del manzanares y el mejor
9 del mundo en la actualidad, un fichaje que llegó para sorpresa de todos por
45 millones del Oporto, y fue vendido por 60 después de 3 años al Mónaco,
equipo recién ascendido de la
Ligue 2 francesa y que tiene detrás suyo al magnate ruso
Dimitry Rybolovlev.
Lo cierto es que no se le puede
reprochar nada al colombiano, un jugador que se dejaba todo en cada partido y
que no dejó de meter el pie en cada balón dividido nunca, aún sabiendo desde
Enero que se marcharía del club madrileño. Sumaba, siempre.
Se iba el mejor 9 del mundo, y
tocaba buscar recambio para acompañar a un titánico Diego Costa, que empieza a
controlar sus malas artes que tantas veces le condenaron.
Con Falcao paseando por el casino
de Montecarlo, los dirigentes del Atlético no tuvieron prisa en cerrar el
recambio, algo que asegurara goles y no tuviera un coste elevado…. Pues
voila!!! David Villa ha cambio de la irrisoria cantidad de 2 millones de euros más variables que se
pueden convertir en 5 millones durante 3 años…. Aúnque solo sea por ese valor,
había que probarlo, sea cual sea el resultado, y más viendo como se gastó 15
millones en Pizzi (no pondremos más ejemplos por no dejar más en evidencia a la
directiva).
Con Villa cerrado e ilusionando
al Calderón, se completaba la terna de delanteros para el Cholo, contando así
con Diego Costa, Adrián, el ya mencionado Villa y otro fichaje, Leo Batistao,
cuatro delanteros de garantías para afrontar tres competiciones exigentes.
Lo cierto es que el Cholo cuenta
con una plantilla más equilibrada, un grupo que apenas se ha deshecho, a
excepción del colombiano, y que a sumado a Alderweireld (sustituyendo a
Demichelis) y Guilavogui, un mediocentro internacional
francés de 22 años, que con la subida al primer equipo de Oliver Torres y
Manquillo completan un plantel que ha
empezado como acabó el año pasado, ganando y jugando con el sello Simeone.
Ahora solo queda mantener esta dinámica y convertirse un asiduo de la Champions League, la competición que a parte de dar prestigio a un equipo, le da dinero, algo que por la orilla del Manzanares no parece que abunde.
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